EL CEMENTERIO ES UNA MODESTA construcción de reducidas dimensiones y muros de escasa altura realizados en mampostería. En el extremo oriental del recinto se levanta una capilla cuadrada de sillería, actualmente desprovista de cubierta, que parece ser el único resto en pie de la antigua ermita. Presenta como elemento más característico un estrecho vano románico decorado con flores y botones. Procedentes del arco triunfal de esta capilla se conservan dos interesantes capiteles figurados que entre 1961 y 1975 fueron a parar al Palacio Episcopal de Palencia y de allí a formar parte de la Colección Fontaneda que se exhibe en el castillo de Ampudia. El primero de ellos representa de forma bastante atípica el episodio bíblico, tantas veces representado en la escultura medieval hispana, de Daniel en el foso de los leones. Se trata del único ejemplar palentino en el que la figura del profeta aparece acompañada de cuatro leones, y no de dos como suele ser frecuente, quizá por un exceso de interpretación del horror vacui que a veces impregna la estética ornamental románica. Esta particular composición de la escena lo hace diferente de otros ejemplares palentinos conservados (Gama, Villanueva de la To rre, Nogales de Pisuerga, etc). La rígida figura de Daniel, que aparece de pie en el centro de la composición, permanece en actitud orante mientras los dos leones inferiores le lamen los pies en una clara actitud de sometimiento. El segundo muestra la escena del combate de caballeros con mediación de una dama que ase las riendas de los corceles deteniendo el ataque, pasaje que Margarita Ruiz Maldonado relaciona con la institución de la Tregua Domini, como en Villavega de Aguilar, Revilla de Collazos, Cezura, etc. En ambos casos nos encontramos con escenas marcadas por una composición simétrica muy acentuada, unas figuras muy rígidas y un esquematismo e ingenuidad propias de un artista poco diestro en la talla. La cronología de estos capiteles se inscribe en la segunda mitad del siglo XII.