Tras el proceso desamortizador del siglo XIX se pusieron a la venta algunas de sus propiedades quedando del viejo complejo monástico únicamente su iglesia que pasó a desempeñar las funciones de parroquia. Del edificio románico muy poco queda pues fue totalmente reconstruido en materiales modernos durante la segunda mitad del siglo XX. Por una fotografía antigua conocemos la ventana que tenía en el testero, formada por un arco de medio punto, con chambrana e imposta de billetes y dos columnas rematadas en capiteles con cabezas antropomorfas. Por otra parte, en una casa del pueblo utilizada como almacén de objetos antiguos se han conservado varias piedras decoradas con bocel en la arista, así como una losa rectangular (45 x 30 x 14 cm) dividida en seis registros cuadrangulares, tres de los cuales se decoran con motivos geométricos.