Santa Maria de les Avellanes
LES AVELLANES I SANTA LINYA
El municipio de Les Avellanes i Santa Linya está situado al Noroeste de la comarca de la Noguera y es fruto de la agrupación de cuatro pueblos diseminados: Les Avellanes, Santa Linya, Tartareu y Vilanova de la Sal, los cuales no superan en su conjunto los quinientos habitantes. El municipio limita con Àger al Norte, Camarasa al Sureste y Òs de Balaguer al Suroeste. Las excavaciones realizadas en Monclús, revelan la presencia en la zona de asentamientos desde el Paleolítico inferior. De época romana parece ser que provenga el topónimo de Santalinya, que ha sido relacionado con Saltus Liciniae, una familia romana de Isona. Después de la ocupación árabe, en 1035, el conde Ermengol II otorgó la carta de franquicia a Saltilinie. Más tardíamente, Ermengol III conquistó Tartareç y Les Auellanas en 1055 y 1056, respectivamente. Seguramente Montclús fue conquistado hacia el 1047 por Arnau Mir de Tost y Ermengol III y se documenta por primera vez en la donación de la mitad de su castillo a la canónica de Àger en 1059. Montclús se despobló a causa del terremoto de 1359. Otro núcleo despoblado en la actualidad es Privà. Podio Privazano, documentado desde 1084 y despoblado en detrimento de Vilanova de la Sal, anteriormente Villam Novellam de Privadano, que fue edificada ex novo por el conde Ermengol VII en una gran planicie debajo de Privà en el año 1166. Al ser un territorio de frontera, a partir del siglo x se construyeron castillos y torres de defensa en zonas estratégicas, que se convirtieron con el tiempo en la base del nuevo sistema socioeconómico feudal, al lado del sistema parroquial que se implantó igualmente en ese momento. Así, la entidad municipal resultante de la fusión en 1970 de Les Avellanes i Santa Linya alberga una serie de castillos, torres de defensa, iglesias y pueblos abandonados que denotan la gran vitalidad de la zona durante la Alta Edad Media.
Iglesia de Santa Maria de les Avellanes
Les Avellanes está ubicado en el kilómetro 185 de la carretera C-12, a unos 20 km al Norte de Balaguer. El templo de Santa Maria se halla enfrente de las dependencias municipales del pueblo.
Recientemente se ha descubierto un documento sobre les Auellanas que aporta indicios adicionales para determinar cuando se produjo la conquista de este territorio por parte de Ermengol III y Arnau Mir de Tost. Se trata de una donación que del pueblo y su castillo realizaron en 1057 Ermengol III y su esposa Clemència a Miró Isarn y Hug Arnau. En la misma se hace mención a los diezmos para la ecclesia qui ibi fuerit hedificata, de los que se deduce que por esas fechas el templo aún no había sido construido. En 1319 la iglesia de Santa Maria fue adquirida, junto a otras tierras, por el monasterio de Bellpuig de les Avellanes.
La iglesia de Santa Maria ha sido muy modificada a lo largo de los siglos. El informe de la restauración que se acometió en 2010, indica que la iglesia primitiva se construyó en los siglos xi-xiii. Las remodelaciones de finales del siglo xiv, consistieron en la construcción de dos capillas góticas en ambos lados del ábside. Posteriormente, se añadieron cuatro capillas más de factura barroca a continuación de las anteriores. Más tarde, en el Noreste, se levantó la sacristía que embebió parte de la cabecera por el exterior, y se alargó la nave central siguiendo la bóveda apuntada. También en ese momento se construyó el coro elevado a los pies del templo. El acceso actual se realiza por la fachada oeste. En la clave de la portada se lee “any 1738”, fecha en la que es posible que se produjera el cambio de advocación a Nostra Senyora de l’Asumpció de les Avellanes, aunque hoy en día también se la conoce como Santa Maria. Aunque no se conserva vestigio alguno de una iglesia anterior al siglo xii, no parece probable que Les Avellanes no dispusiera de una iglesia hasta la construcción de Santa Maria.
Seguramente en sus inicios, el templo estaba formado por una nave cubierta en bóveda de cañón y una cabecera formada por un ábside semicircular. La construcción de las capillas posteriores conllevó la eliminación de los muros de la nave primitiva, por lo que en la actualidad tan solo se conserva la cabecera de la misma. La majestuosa cabecera del templo está formada por grandes sillares muy bien labrados y escuadrados, y colocados en hiladas uniformes. En el centro del mismo, se abre una ventana alargada de doble derrame y arco de medio punto monolítico que en el interior queda oculta detrás de un retablo moderno. Corona exteriormente el paramento absidal una moldura de media caña sobre un registro de sillares a bisel. En el interior, el ábside se cubre con bóveda en cuarto de esfera. Seguramente la cabecera se construyó entre finales del siglo xii y principios del siglo xiii.
En el interior del templo se conserva un capitel corintio, con gruesas hojas de acanto lisas, que ha sido reconvertido en pila benditera, y al que se le ha asignado una amplia cronología entre el periodo tardorromano y la Alta Edad Media.
Texto y fotos: Nuria Font Marco
Bibliografía
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