Sant Silvestre del Mor
Iglesia de Sant Silvestre del Mor
La iglesia de Sant Silvestre de Mor se encuentra en el lugar del Mor, hoy deshabitado, en la parte central del término de Sant Ferriol. Se llega, partiendo de la C-66z (que sale de Besalú), por la carretera que conduce hacia el ayuntamiento de Sant Ferriol. Tomaremos luego una pista forestal, y viraremos hacia la derecha cuando lleguemos al primer cruce de caminos. La pista conduce hasta la iglesia de Sant Silvestre tras algo más de 20 km.
La primera noticia con la que contamos acerca del templo (Sancti Silvestri de Mauro) data del año 977, cuando es donado por Miró Bonfill, obispo de Girona y conde de Besalú, a Santa Maria de Besalú. En el año 998, una bula papal de Gregorio V confirmaba las posesiones de Santa Maria de Besalú, entre las cuales figuraba la parroquia de Sancti Silvestri quae est in Mauro, cum decimis et primitiis vel oblationibus suis. Hasta el año 1236 no se conocen más documentos que hablen de la parroquia. En dicho año, Guillem Vilamarí vende todo lo que poseía en su territorio al monasterio de Sant Pere de Camprodon. En el año 1362, aparece la parroquia en el Llibre Verd del capítulo de Girona.
En el año 1392 la parroquia y el término de Sant Silvestre Desmor fueron vendidos por el rey Juan II al barón Hug de Santa Pau. En el año 1420, la situación no debía de ser favorable, pues el obispo de Girona autorizaba que se pidiera caridad en favor del templo. Los terremotos de 1427 y 1428 causaron graves desperfectos en la iglesia, que debió quedar prácticamente arruinada; en 1435, la curia gerundense concedió licencia para trasladar sus campanas a la iglesia de Sant Andreu del Torn. De nuevo en 1452 se otorgó licencia para pedir caridad en favor del templo. Las actas de numerosas visitas pastorales de época moderna confirman la continuidad del culto en los siglos xvii y xviii. Aparece como sufragánea de Sant Fruitós d’Ossinyà desde 1734, y en 1826 se describen sus tres altares: el mayor destinado a la veneración del Santísimo, el del Rosario, y el del Santo Cristo.
En la actualidad, la iglesia de Sant Silvestre del Mor se encuentra en ruinas: la techumbre de la nave se ha venido abajo, y la naturaleza ha invadido el interior del templo. El edificio responde a las características arquitectónicas propias del románico del siglo xii, en el que se aprecia el uso de sillarejo de tamaño diverso para la construcción de los muros, dispuesto en hiladas bastante regulares. Sin embargo, la estructura fue muy modificada durante los siglos xvii y xviii, cuando se anexionaron dos capillas y una sacristía, se modificó la cubierta de la nave y se añadieron ventanas afines al gusto barroco.
El templo presenta una sola nave que estaba cubierta, antes del desplomarse el techo, por una bóveda moderna de ladrillo de barro cocido, y un ábside semicircular de filiación románica, cubierto por una bóveda de horno sobre la que aún se alza un campanario de espadaña, sin techumbre ni campanas.
En el muro meridional y en el septentrional de la nave se abrieron dos pequeñas capillas rectangulares cubiertas por arcos de medio punto. El grosor de los arcos se corresponde con la de los muros de la nave románica. Desde la capilla septentrional se accede a una sacristía cuya cubierta no se ha desplomado. A los pies del templo encontramos los restos de un coro, que traza una bóveda rebajada sobre el acceso al templo, realizada con ladrillo de barro cocido. Desde el interior se aprecia que la entrada presenta características similares a otras entradas de edificios de la comarca realizadas en el siglo xvi y xvii. Los muros que constituyen la luz del ingreso han sido recortados para que la luz se distribuyera mejor por el interior del templo. Las paredes estaban enyesadas y presentaban molduras y ornamentación características del período barroco. En el tramo que precede a la capilla del muro meridional hay dos pilastras, y sobre estas un friso y una cornisa que se extendía desde el coro hasta la zona del ábside.
La fachada del templo ha sufrido diversas alteraciones a lo largo de los siglos, y su aspecto actual es fundamentalmente de época tardobarroca. La entrada, precedida por unos peldaños, está realizada mediante un arco de medio punto (da la impresión que la portada actual substituyera una anterior, de mayores dimensiones). Sobre el rectángulo que traza el uso de mampostería se encuentra un ojo de buey, que corresponde a la altura del coro, realizado en una única piedra. La fachada está rematada por una techumbre a dos aguas compuesta por un friso de baldosas y teja árabe.
La colección arqueológica de Besalú cuenta con una pila bautismal que, al parecer, perteneció a esta iglesia. Se trata de una sencilla pila en forma de vaso, como tantas otras de la comarca, que fue retirada del templo antes que de la bóveda se precipitase.
Texto y fotos: Raül Casado González
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 331-332; Murlà i Giralt, J., 1983, pp. 162-163; Murlà i Giralt, J. y Teixidor i Santaeulària, J., 1999, pp. 151-154.