Sant Prim i Santa Felicià
Iglesia de Sant Prim i Sant Felicià
Para llegar a la pequeña iglesia de Sant Prim i Sant Felicià desde Solsona se toma la carretera LV-3005 en dirección a Biosca-Guissona. Tras unos 3 km se ha de coger un desvío a la izquierda en dirección a Torredeflot y, recorridos 1,5 km, coger una pista a la izquierda. Apenas unos 900 m más adelante, hay que desviarse por una nueva pista que, en unos 300 m, conduce al templo.
El edificio, sobre el que las fuentes medievales guardan un desalentador silencio, presenta una planta compuesta por una nave rectangular de notables dimensiones, y un ábside cuadrangular ligeramente más estrecho. Si en otras circunstancias la presencia de un ábside cuadrado podría apuntar a una remitiría anterior al románico, en esta ocasión es el resultado de reformas posteriores, seguramente acometidas en el siglo xvii, en el que fue levantado un muro en el extremo oriental del ábside sobre el que se alzó una potente espadaña. Los restos del ábside, o del cuerpo presbiterial que lo antecedía, incorporan parte de una imposta biselada la cual marca la altura que debió de tener dicha estructura antes de su transformación. Dos son las ventanas con las que cuenta el templo, una con derrame simple y arco de medio punto monolítico en el muro oriental y otra cruciforme, abierta en un bloque monolítico, en la fachada occidental. En el muro sur se abre la puerta de entrada, compuesta por un arco de medio punto de grandes dovelas. La techumbre a doble vertiente está cubierta con teja árabe.
En el interior, tanto la nave como el ábside se cubren con sendas bóvedas de cañón apuntadas que arrancan de impostas de perfil biselado.
Se ha atribuido a este edificio una cronología tardía, avanzado ya el siglo xiii.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/ Francesc Rodríguez Beltrán- Foto: Francesc Rodríguez Beltrán
Bibliografia
Bach i Riu, A., 1990, p. 38; Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, p. 237.