Iglesia de Sant Quintí de Puig-rodon

Muy cerca de la sierra de Sant Marc, a una altura de 1120 m, se encuentra la antigua parroquia de Sant Quintí de Puig-rodon, ejemplo típico de iglesia rural cuyo progresivo estado de abandono amenaza con provocar su derrumbe. Para llegar al templo desde Campdevànol hay que seguir la carretera GI-401 en dirección a Gombrèn durante cerca de 7 km, momento en que se debe tomar un camino que nace a mano izquierda. A partir de allí hay que seguir una pista forestal hasta llegar a la masía de Can Bac, que se encuentra muy cerca de la iglesia. Es imprescindible utilizar un vehículo apropiado para este trayecto, siendo recomendable hacer el último tramo a pie.

Sant Quintí de Puig-rodon perteneció a los condes de Besalú hasta el año 1096, cuando fue donada al monasterio de Santa Maria de Ripoll por Bernat II. En este momento es cuando aparece en los documentos por primera vez. También se puede encontrar su nombre en las listas parroquiales de los siglos xi y xii de la diócesis de Vic, apareciendo bajo denominaciones como Sto. Quintino de Puig redon, de Puy redon o de Pug rotundo. Debido al despoblamiento de la zona, en el año 1415 se le anexionó la vecina parroquia de Sant Pere d’Auira, y por el mismo motivo ambas, en el año 1868, pasaron a depender de Sant Llorenç de Campdevànol.

El edificio románico se encuentra integrado en un conjunto de diferentes épocas, formado por la rectoría, las capillas laterales, la sacristía y un campanario de planta cuadrada. La construcción primitiva constaba de una nave única cubierta con bóveda de cañón, y de un ábside semicircular orientado hacia el Norte; la entrada se sitúa en la fachada oriental. Aunque los añadidos posteriores y la vegetación no dejan ver de forma clara la edificación, hay una única ventana en el ábside, que es posiblemente la parte más antigua de la iglesia junto con los muros del sector oeste. La estructura absidial exterior, en la que se aprecia una cornisa decorada con un friso continuo de dientes de sierra, junto con la parte visible de la fachada oeste, permite observar un aparejo más o menos regular y de buen tamaño. Todas estas características permiten fechar la construcción de la iglesia actual en el siglo xii. Resulta imposible sugerir ninguna fecha para la construcción del campanario, ya que su estructura permanece totalmente oculta debido a la espesa vegetación de la zona.

Como se ha dicho, Sant Quintí de Puig-rodon fue objeto de múltiples reformas en los siglos xvii y xviii, en las cuales se añadieron la sacristía, la rectoría y un pequeño coro elevado que todavía se conserva. También se aprovecharon estas reformas para decorar toda la iglesia con pinturas murales, que a pesar del mal estado en que se encuentran aún se pueden apreciar casi en su totalidad.  

Texto y fotos: Martí Beltrán González

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 79-80.