SALES DE LLIERCA

 

Con una extensión de 36 km², el término municipal de Sales de Llierca forma parte de la subcomarca de la Alta Garrotxa. La mayor parte del término es una zona montañosa, en la cual se encuentran las antiguas parroquias rurales románicas de Santa Cecília de Sadernes, Sant Andreu de Gitarriu, Sant Grau d’Entreperes o Sant Miquel de Monteia. El territorio se prolonga por el Sur hasta tierras bajas cercanas al valle del río Fluvià, donde se encuentra el antiguo castillo y la parroquia de Sales de Llierca, cuya población es cabeza de municipio. Las carreteras GIV-5236 y GI-523 facilitan la comunicación del término con la N-260, a la altura de Argelaguer.

 

En documentación del siglo x figura con el nombre de Sales en referencia al castillo de Sales, mientras que el nombre de Lizerca (Llierca), de probable origen prerromano, aparece también ya en los textos de la misma centuria. Tanto el castillo como su jurisdicción formaron una baronía propia hasta el siglo xii, cuando pasaron a depender del condado de Empúries, y posteriormente del linaje de los Rocabertí. En el siglo xiv el territorio estuvo bajo control de a los Cornellà, y de los Mallart hasta el siglo xvii.

 

El término de Sales de Llierca está disperso alrededor del castillo. Los restos de los castillos de Menera y de Sespasa también se encuentran en su entorno.

 

 

 

 

Castillo de Sales

 

 

El castillo de Sales está situado en la cima de un montículo en la zona de Entreperes. Para llegar, debemos salir de la autovía A-26 a la altura Argelaguer, seguir por la GI-523 hasta Tortellà, y luego tomar la GI-5236, que seguiremos siempre tomando los desvíos a mano izquierda. Se llega finalmente a una pista sin asfaltar, de la que nace un camino (siempre a la izquierda) que conduce, tras unos 300 m, hasta los restos del castillo.

 

La historia del castillo de Sales fue ampliamente recopilada por el notario Matas y el historiador Monsalvatje, respectivamente, que determinan su importancia en sus relatos. Nos cuentan que el señorío feudal tuvo su origen en torno al castillo, siendo la sede, desde el siglo xi, de la familia del mismo nombre, que lo incorporó por enlace matrimonial a los dominios de los condes de Empúries. La de sales era una de las baronías autónomas nacidas de la disgregación política del condado de Besalú, y se extendía por los actuales términos municipales de Sales de Llierca, Tortellà, Argelaguer,
Beuda y parte de Maià de Montcal.

 

Ya se tienen noticias del lugar en el año 979, cuando se cita en el testamento de Miró Bonfill, conde de Besalú y obispo de Girona, el mansum de Gixarias que est prope Salas, y en un documento que nombra a Bernat Arnau de Sales, primer señor de Sales. Pero la primera referencia explícita al castillo data del año 1129, en una concordia entre el obispo de Girona y los hermanos Bernat y Bernat Joan de Sales. Más adelante, sucesivamente, vemos en el dominio señorial de Sales los linajes de Empúries (1257), Rocabertí (1297), Cornellà (1339) y Malart (1360). La cuna de la casa de Sales fue el linaje de los Tortellà, barones del condado de Besalú que, según parece, fueron los más fieles vasallos de los condes, como lo manifiesta el conde Sunifred cuando se refiere a Oriol de Tortellà, fundador de la dinastía en 966. Alcanzó su máximo esplendor en el siglo xvi, como queda de manifiesto cuando el año 1537 el Emperador Carlos V dicta una sentencia en la que determina que el Castillo de Sales es “un castillo completo y acabado”, con todas las prerrogativas que esto le confiere: derecho a tener soldados, notario, alcalde, a juzgar y emitir sentencias en robos y peleas, a percibir diezmos, censos, etc. Actualmente es de propiedad particular y está habitado, pero en un estado un tanto decadente.

 

Se trataba de una construcción de carácter militar que se fue transformando con el tiempo en una masía agrícola. Era un castillo adosado a una casa con una torre de planta circular, a la que se accedía desde el patio del castillo. Los muros estaban rematados por almenas y todo el conjunto, formaba un solo cuerpo con la casa. No lejos del castillo se construyó una torre en el siglo xiv.

 

Inicialmente contaba con un doble perímetro de muros que rodeaban las edificaciones del castillo y que distaban entre 6 y 14 metros. En el primer recinto se encontraba la capilla dedicada a Santa Maria de Sales.

 

En el recinto interior, encontramos una construcción robusta, de planta cuadrada irregular, que se corresponde a la residencia de los señores, con ventanales góticos, y una torre circular en el ángulo suroeste, al lado del antiguo patio de armas, que solo conserva la mitad de su perímetro. La altura actual de los muros oscila alrededor de los 7 m pero cabe pensar que en el pasado habrían alcanzado los 12 m. Destaca también el grosor de los muros que en el nivel inferior alcanza 1,95 m y en la parte superior oscila entre 95 y 100 m. También se conservan restos de la antigua muralla.

 

Llama la atención la ventana del muro de poniente de la residencia, con arco de medio punto adovelado enmarcado por una chambrana. El aparejo es a base de sillares de distintos tamaños dispuestos en hiladas más o menos regulares, mientras que en los ángulos son de mayor tamaño y mejor factura.

 

De todo lo expuesto podemos concluir que el origen del castillo de Sales se remontaría a finales del siglo x, aunque la etapa de mayor auge la situamos entre los siglos xii y xiv.

 

En el recinto del castillo se ubicaba la ya mencionada capilla de Santa Maria del Castell de Sales cuyos orígenes se remontan a la construcción del castillo del que, como hemos comentado, no se tiene documentación hasta el año 1129. Debemos esperar hasta el año 1348 para conocer que el señor de Sales, Jaume de Cornellà, presentó al presbítero de la capilla, Guillem del Coll, al obispo de Girona. No obstante, hay discrepancias sobre la ubicación del templo, que algunos sitúan en una estancia del castillo situada en el extremo suroccidental.

 

Dada la titularidad privada del castillo, no parece probable que a corto plazo se pueda llevar a cabo un estudio que, mediante intervenciones arqueológicas, seguramente aportaría datos interesantes sobre el recinto del castillo y sus edificaciones.

 

Texto y fotos: MONTSE JORBA I VALERO – Planos: FRANCESC XAVIER LLAGOSTERA GELIS

 

 

 

Bibliografía

 

Castells Catalans, Els, 1967-1979, III, pp. 93-104; Catalunya Romànica, 1984-1998, IV, pp. 23, 40, 43, 46, 54-55, 61, 83-85, 105, 307-309; Matas i Arovitx, J., 1905, pp. 19-25, 71-74, 80, 93, 102, 121, 197; Miquel i Rosell, F., 1945-1947, II, pp. 24-25, 32, 86, 220-221; Montsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, I, p. 246, XII, p. 56; XXVI, pp. 81, 85, 89, 92, 99, 102.