LA BARONÍA DE RIALB

Iglesia de Santa María de Ramoneda

El templo dedicado a santa María está situado en un montículo al extremo norte de la partida conocida como El Puig. Entre los kilómetros 15 y 16 de la carretera C1412b, se coge una bifurcación en sentido norte, en dirección a  El Puig de Rialb, pueblo, desde el que, también en sentido norte, arranca una pista hacia La Gavarra, que tras 3 km llega a la masía de la Ramoneda, desde dónde se divisa perfectamente la iglesia, que parece más alta de lo que lo es realmente, pues ocupa toda la superficie de un pequeño y escarpado montículo.

El enclave aparece documentado por primera vez en la donación que en 1092 Ramon Guerall hizo a la iglesia del Santo Sepulcro de la Seu d´Urgell de una propiedad, que más tardíamente sería denominará Masía de la Fabregada, que delimitaba por su lado oriental con la Romaneda. En otra donación de 1095, en la que Guerau Ponç II, vizconde de Cabrera, y su mujer entregaron el castillo de Gavarra a la iglesia de Santa Maria de la Seu d´Urgell, también se hace referencia a la Romanete para delimitar, esta vez en su parte occidental, el término objeto de la donación. No será hasta el año 1335 cuando se cite por primera vez la iglesia de Santa Maria.

El edificio tiene una planta de 6,20 m de ancho y 11,10 m de largo, que está compuesta por una nave rectangular cubierta con bóveda de cañón y una cabecera formada por un ábside semicircular, a menor altura, cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Se ha conservado la techumbre original de losa. El ábside se alza sobre un macizo rocoso que presenta un desnivel, al cual se adapta el paramento ábsidal mediante un elevado zócalo de altura desigual. Cuatro lesenas estructuran el cuerpo superior, que es desproporcionadamente bajo en relación al zócalo, y delimitan cinco entrepaños coronados por otros tantos frisos de arquillos ciegos. En el centro del ábside se abre la única ventana de la cabecera, de doble vertiente, al cual presenta un adovelado compuesto por sillares bien trabajados en piedra toba. La parte inferior de esta abertura ha sufrido alguna modificación, de la que es testimonio un sillar inclinado cuyo color destaca entre el resto, y que está colocado sobre el único mechinal del semicilindro absidal. En el muro meridional se abre, en el tramo oriental de la nave, una ventana con arco de medio punto y doble derrame y, en el lado occidental, una sencilla formada por un arco de medio punto sin tímpano. El muro norte presenta una particularidad que comparte con otras iglesias de la zona, como Santa María de Lavansa, Santa Anna de Montadó o Sant Salvador del Mas Barrat. Se trata de un ligero abombamiento del paramento en su parte más oriental, que es la huella externa de una hornacina cubierta por bóveda de cuarto de esfera. El resto de este muro norte es liso y no presenta ninguna abertura. La fachada occidental, que es totalmente lisa y sobresale en altura respecto a la techumbre a doble vertiente de la nave, aparece rematada por una espadaña de un solo ojo. Tan sólo unos mechinales rompen la monotonía de este paramento.

El aparejo utilizado en todo el edificio es bastante homogéneo y consiste en sillarejo de tamaño medio bien alineado y cubierto, en buena parte de su superficie, por los restos del revoque de cal. Dos grietas en la fachada de poniente amenazan la integridad del templo. Menos preocupantes, al menos de momento, son otras dos grietas que se abren de forma vertical por encima de la puerta y la ventana sur. En la esquina suroeste hay un cementerio delimitado por un muro de piedra de época posterior.

En lo que se refiere al interior, el templo está hoy en día en desuso y totalmente vacío. Las paredes cubiertas totalmente por el enlucido no han impedido la filtración de humedades desde la techumbre. Un arco fajón apoyado en sendas pilastras, rematadas por una imposta lisa, estructura la nave en dos tramos. El ábside conecta con la nave mediante un arco de medio punto en degradación. La zona absidal ha sido, con posteridad, separada del resto del templo, para ser convertida en sacristía, mediante un tabique que tiene abierta en su lado sur una entrada. Dos escalones separan la nave del presbiterio, en cuyo muro septentrional se encuentra la hornacina ya mencionada. En la pared meridional de este espacio presbiterial, junto a la ventana, se abre una pequeña credencia de forma cuadrada. A los pies del templo existen otros dos orificios cuadrados de tamaño similar que desempeñaban una función que se desconoce. En la esquina noroccidental se hallan los restos del espacio donde posiblemente se encontraba una pila bautismal, que ha desaparecido, quizás, no hace mucho tiempo.

Por la decoración exterior de la cabecera, se ha fechado la construcción a mediados del siglo xi, datación que resulta coherente con las de otras iglesias de la Baronía de Rialb, como Sant Serní de Bellfort o Santa María de Palau, con las que comparte ciertas características arquitectónicas.

Texto y fotos: Nuria Font Marco - Planos: Marc Santacreu Ortet

Bibliografía

Adell i Gisbert, J.-A., 1994, pp. 264-265; Adell i Gisbert, J.-A., 2000, pp. 141-142, 161; Bach i Riu, A. y Gabriel i Forn, M., 2005, pp. 146-149; Catalunya Romànica, 1984-1998, XVII, p. 295.