Sant Cristòfol de Vinyoles
CAVA
Iglesia de Sant Cristòfol de Vinyoles
Desde la casa fuerte de Vinyoles se llega a esta iglesia por un camino que primero desciende ligeramente, y luego inicia un leve ascenso hasta el cerro en el que se encuentra.
La iglesia de Sant Cristòfol entraría dentro de los términos del castillo de Cava. La primera mención documental data de 1085, y en la misma la iglesia Sancti Cristopfori [...] intra terminos de Cava es citada como afrontación de una donación a Santa Maria de La Seu d’Urgell.
Se trata de un edificio en un lamentable estado de conservación, que presenta una planta compuesta por una nave rectangular y un ábside semicircular. En éste último se abren dos ventanas de doble derrame y, por debajo de la cornisa, se hallan tres pequeños relieves, en muy mal estado de conservación, en los que se representa a un animal, que ha perdido la cabeza y las patas, y dos rostros humanos. Estos elementos se entroncan con los existentes en la iglesia de Santa Coloma de Arsèguel, al inicio del valle homónimo, y zona de paso obligatoria para acceder a Vinyoles. Los muros laterales, que son lisos como el ábside, carecen de vanos. En el meridional se aprecia un cambio de aparejo, que puede ser testimonio de una reforma o reparación del edificio. Efectivamente, aunque en todo el edificio se utiliza el sillarejo, en una sección del lado oriental de este lienzo se observa que el material presenta unas características diferentes, entre las que destaca la presencia de dos series horizontales de tres mechinales, elementos ausentes en el resto del paramento. En la fachada occidental, que se encuentra en buena medida invadida por la vegetación, y en la que también se aprecian algunos mechinales, se ubica la única puerta del conjunto, que está compuesta por tres arquivoltas carentes de decoración, realizadas con dovelas muy bien trabajadas, configurando una solución idéntica a la que se observa en la cercana iglesia de Sant Martí de Ansovell. Sobre la puerta se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto. Corona el frontis un potente campanario de espadaña de dos ojos. Una gruesa e inquietante grieta atraviesa verticalmente la fachada y afecta a las dovelas de la puerta, hasta el punto que algunas de ellas se encuentran desencajadas y en grave riesgo de caer.
Mientras que la techumbre sobre el ábside es troncocónica, realizada a base de planas losas de piedra, la que cubre la nave es de doble vertiente y está formada por teja árabe, si bien, en el muro sur, una hilera de losas de la cubierta original asoma por debajo de la actual.
En el interior, la nave se cubre con una estructura de vigas de madera parcialmente hundida, aunque no debe descartarse que en origen contara con una bóveda de cañón. Por su parte, en el ábside se utiliza la habitual bóveda de cuarto de esfera. Este espacio, que está precedido por un arco presbiterial, fue reconvertido en sacristía mediante la adición de un tabique que la separa del resto del templo. En el presbiterio, que está a una mayor altura que la nave, diferencia que se salva mediante unos escalones, se hallan una credencia cuadrada en el lado sur y un altar de piedra en el centro. Un segundo altar se localiza en el muro septentrional, bajo un arcosolio formado por un doble arco de medio punto trabajado en un cuerpo que sobresale de forma notable del paramento.
Se ha situado la construcción de este edificio en el siglo xii. Posiblemente el edificio contaba con una bóveda de cañón, la cual pudo haberse venido abajo en un momento indeterminado, lo que habría provocado la ya comentada reparación en el lado occidental del muro sur.
CAVA
Iglesia de Sant Cristòfol de Vinyoles
Desde la casa fuerte de Vinyoles se llega a esta iglesia por un camino que primero desciende ligeramente, y luego inicia un leve ascenso hasta el cerro en el que se encuentra.
La iglesia de Sant Cristòfol entraría dentro de los términos del castillo de Cava. La primera mención documental data de 1085, y en la misma la iglesia Sancti Cristopfori [...] intra terminos de Cava es citada como afrontación de una donación a Santa Maria de La Seu d’Urgell.
Se trata de un edificio en un lamentable estado de conservación, que presenta una planta compuesta por una nave rectangular y un ábside semicircular. En éste último se abren dos ventanas de doble derrame y, por debajo de la cornisa, se hallan tres pequeños relieves, en muy mal estado de conservación, en los que se representa a un animal, que ha perdido la cabeza y las patas, y dos rostros humanos. Estos elementos se entroncan con los existentes en la iglesia de Santa Coloma de Arsèguel, al inicio del valle homónimo, y zona de paso obligatoria para acceder a Vinyoles. Los muros laterales, que son lisos como el ábside, carecen de vanos. En el meridional se aprecia un cambio de aparejo, que puede ser testimonio de una reforma o reparación del edificio. Efectivamente, aunque en todo el edificio se utiliza el sillarejo, en una sección del lado oriental de este lienzo se observa que el material presenta unas características diferentes, entre las que destaca la presencia de dos series horizontales de tres mechinales, elementos ausentes en el resto del paramento. En la fachada occidental, que se encuentra en buena medida invadida por la vegetación, y en la que también se aprecian algunos mechinales, se ubica la única puerta del conjunto, que está compuesta por tres arquivoltas carentes de decoración, realizadas con dovelas muy bien trabajadas, configurando una solución idéntica a la que se observa en la cercana iglesia de Sant Martí de Ansovell. Sobre la puerta se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto. Corona el frontis un potente campanario de espadaña de dos ojos. Una gruesa e inquietante grieta atraviesa verticalmente la fachada y afecta a las dovelas de la puerta, hasta el punto que algunas de ellas se encuentran desencajadas y en grave riesgo de caer.
Mientras que la techumbre sobre el ábside es troncocónica, realizada a base de planas losas de piedra, la que cubre la nave es de doble vertiente y está formada por teja árabe, si bien, en el muro sur, una hilera de losas de la cubierta original asoma por debajo de la actual.
En el interior, la nave se cubre con una estructura de vigas de madera parcialmente hundida, aunque no debe descartarse que en origen contara con una bóveda de cañón. Por su parte, en el ábside se utiliza la habitual bóveda de cuarto de esfera. Este espacio, que está precedido por un arco presbiterial, fue reconvertido en sacristía mediante la adición de un tabique que la separa del resto del templo. En el presbiterio, que está a una mayor altura que la nave, diferencia que se salva mediante unos escalones, se hallan una credencia cuadrada en el lado sur y un altar de piedra en el centro. Un segundo altar se localiza en el muro septentrional, bajo un arcosolio formado por un doble arco de medio punto trabajado en un cuerpo que sobresale de forma notable del paramento.
Se ha situado la construcción de este edificio en el siglo xii. Posiblemente el edificio contaba con una bóveda de cañón, la cual pudo haberse venido abajo en un momento indeterminado, lo que habría provocado la ya comentada reparación en el lado occidental del muro sur.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Fernando Arnó García de la Berrera - Fotos: Fernando Arnó García de la Berrera
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1979, pp. 1173-1174; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 174-175.
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1979, pp. 1173-1174; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 174-175.