Castillo de Montclús de Santa Linya
LES AVELLANES I SANTA LINYA
Castillo y villaje de Montclús
El despoblado de Monclús, topónimo que significa “monte cerrado”, está situado en el barranco de Sant Urbà, dentro del término de Santa Linya. Se accede al enclave por una pista forestal desde Santa Linya en dirección a la estación de ferrocarril, desde la que se coge el primer desvío señalizado hacia la izquierda. Transcurridos unos 7 km se llega a un mirador donde hay unos paneles informativos del enclave. A continuación, se sigue a pie y se desciende por una senda entre la frondosa vegetación que conduce directamente al villaje, el castillo y a la ermita románica de Sant Urbà.
El castillo fue el límite fronterizo del condado de Urgell, motivo por el cual, le fue infeudado a Arnau Mir de Tost junto con el castillo de Santa Linya, este último conquistado el año 1036. En 1059, el castillo de Monclús ya pertenecía a Arnau Mir de Tost, tal y como se indica en la donación que realizó, con su esposa Arsenda, de la mitad del Castelli Montis Clusi, a la abadía de Sant Pere de Àger, juntamente con sus diezmos y primicias, oblaciones y todas sus pertenencias. En 1073, la hija de Arnau, Letgarda, y su esposo, el vizconde Ponç Guerau de Cabrera, dieron la mitad del castillo en feudo a Arnau Isarn y a su hijo Guillem. Después de la guerra contra los musulmanes, el castillo entró en decadencia y pasó de ser una fortaleza de frontera a un enclave feudal de control de la población. A lo largo del siglo xiv hubo un notable descenso de habitantes como consecuencia de la peste negra y del terremoto de 1373, el cual destruyó buena parte de las edificaciones y dejo en pie tan sólo la iglesia de Sant Urbà. Gracias a recientes estudios se sabe que el villaje estaba estructurado mediante tres barrios construidos en zonas limitadas por el terreno y protegidas por una tosca muralla. Los barrios más importantes eran el Sobirà y el Jussà, situados, respectivamente, al Norte y Sur de la iglesia. El tercero, el de Llevant, era el más reducido y estaba desprotegido. Se accedía a los mismos mediante pasarelas hechas con troncos que se podían quitar con facilidad para proteger mejor a la población.
El castillo se construyó encima de las edificaciones más antiguas, en el punto principal de defensa del poblado, utilizando el mismo sistema que en la fortaleza de Sant Llorenç del Monstec. Seguramente la estructura defensiva más antigua debió de ser una torre de defensa redonda de la que no quedan restos. Más tarde se erigió el edificio poligonal, más parecido a una casa fuerte, cuyos restos han llegado hasta nuestros días. Los añadidos laterales y verticales que presenta el muro indican que se levantó en diferentes fases. Por el tipo de aparejo, a base de sillares pequeños y bien dispuestos, se ha fechado esta construcción en el siglo xi.
Texto y fotos: Nuria Font Marco
Bibliografía
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