CASTELL DE MUR

Iglesia de Sant Feliu del castillo de Guàrdia

A algo más de 100 m al oeste del castillo de Guàrdia, del que era la capilla, se alzan los restos de la iglesia de Sant Feliu, actualmente en ruinas. No se ha conservado  ningún documento que haga referencia a la historia medieval del templo, dedicado a San Félix. El traslado a tierras más bajas del antiguo pueblo de Guàrdia durante el siglo xiv, inició un proceso de abandono que tuvo como consecuencia el paulatino y progresivo deterioro del edificio. El hecho de que no aparezca citado en el plan parroquial de 1904, ha llevado a pensar que a principios del siglo xx ya se encontraba en estado ruinoso.

Se trata de una iglesia de una sola nave cubierta por bóveda de cañón, de la que tan sólo se ha conservado su arranque, y con la cabecera configurada por un ábside semicircular cubierto con bóveda de cuarto de esfera. Un corto arco presbiterial de medio punto facilita la transición entre ambos espacios de diferente anchura. Las dos parejas de pilastras adosadas a los muros laterales confirman la existencia, en su momento, de dos arcos fajones que delimitaban los tres tramos de la nave. Al exterior, el ábside presenta dos lesenas que determinan tres entrepaños que se coronan con otros tantos frisos de arquillos ciegos. Mientras que el entrepaño central está coronado por cuatro arquillos, que se han conservado razonablemente bien, en los laterales el número se reduciría a tres, si se tienen en cuenta los que se intuyen en el lado septentrional, pues en el meridional no queda rastro alguno de los mismos. Una ventana abierta en medio del ábside, con arco de medio punto y doble derrame, es el único elemento de iluminación que se ha conservado. Mientras que el muro norte ha subsistido prácticamente en su totalidad, el lienzo del primer tramo del sur está derrumbado, así como la mayor parte de la fachada occidental, de la que tan solo se preserva la parte baja. El acceso al templo se realiza por una puerta situada en el tramo central del muro sur, que ha llegado hasta nosotros muy deteriorada, principalmente en la parte exterior en la que, aunque se aprecia parcialmente la forma del arco, se han perdido las dovelas y las jambas. Una discontinuidad que se aprecia en el paramento exterior del muro meridional, al lado de los restos de la portada, es un indicio de un posible cambio de proyecto. El aparejo utilizado en todo el edificio es el sillarejo de tamaño desigual, colocado en hiladas, por lo general, bien ordenadas.

Cabe destacar la presencia, en el lienzo norte del primer tramo de la nave, de cuatro nichos alineados cuyas medidas son: 20 cm de alto x 30 cm de hondo x 25 cm de altura. Tanto en el interior como en el exterior, los paramentos presentan numerosos mechinales, señal inequívoca que el edificio estaba en su totalidad cubierto con revoque, del que quedan algunos testimonios sobre los nichos citados anteriormente. Por sus características constructivas, comunes en los castillos e iglesias del Pallars, se ha datado esta iglesia en el siglo xi.                                                                 

Texto: DAavid Antonio Rico- Fotos: David Antonio Rico/Juan Antonio Olañeta Molina

Bibliografía​​​​​​​

Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 347; Fité i Llevot, F., 1986, II, pp. 915-917; Fité i Llevot, F., 1988, pp. 41-42; Fité  Llevot, F, 1993, pp. 84-85; Porter Moix, M, 1980, pp. 43-52; Vidal Sanvicens, M. y López i Vilaseca, M., 1994, pp. 252-253.