CORNELLÀ DEL TERRI

Cornellà del Terri se emplaza a unos 8 km al Sur de Banyoles, junto a la carretera C-66 que conduce hasta Girona. Además del pueblo principal, el municipio está formado por otros ocho pequeños núcleos urbanos: Sant Andreu del Terri, Ravós del Terri, Sords, Santa Llogaria del Terri, Pujals dels Cavallers, Pujals dels Pagesos, Borgonyà y Corts.

El topónimo de Cornellà deriva del antropónimo Cornelianus, que parece referir al propietario de una antigua explotación agrícola. La primera mención al pueblo está relacionada con las donaciones que recibió la iglesia de Sant Pere en el año 986 por parte del levita Odón y su hermano. Por lo que respecta al topónimo Terri, se documenta por primera vez en dos diplomas del rey Carlos el Calvo, de 844 y 869, en los que se menciona la fundación de la iglesia de Sant Andreu situada super fluviam Sterriam. A principios del siglo xi (1019) está documentado ya el castillo de Cornellà del Terri, del cual sólo se conserva la pequeña capilla dedicada a San Antonio. Dicho castillo era propiedad del linaje de los Cornellà, quienes ocuparon cargos relevantes en el monasterio de Sant Joan de les Abadesses durante los siglos xiii y xiv; Ramón de Cornellà, en particular, llegó a ser abad entre 1314 y 1319. A finales del siglo xvii el pueblo de Cornellà fue ocupado por tropas francesas y, posteriormente,  reconquistado por tropas españolas por las revueltas derivadas de la guerra de los Treinta Años (1618-1648) y del posterior Tratado de los Pirineos (1659). El pueblo y la iglesia de Sant Pere resultaron significativamente afectados.

El municipio de Cornellà del Terri, con sus nueve núcleos urbanos, forma el territorio con más patrimonio monumental de la comarca del Pla de l’Estany. Todos los núcleos conservan iglesias románicas o, por lo menos, de origen románico.

Iglesia de Sant Pere de Cornellà

La iglesia de Sant Pere de Cornellà se alza en el corazón del pueblo de Cornellà del Terri. Una vez se toma la salida hacia Cornellà, desde la carretera C-66 en dirección Banyoles, se deben seguir las indicaciones hacia el Centro Ciudad, que conducen hasta la misma plaza de Sant Pere, donde se encuentra la iglesia.

La primera referencia documental del edificio data del año 986, cuando la ejecución del testamento del levita Odón especifica que sus bienes situados en Sancti Petri que est in Corneliano deben ser donados a la canónica catedralicia de Girona. Posteriormente, en un sacramentario del año 1075, aparece la fundación de un altar dedicado a san Ginés. En el siglo xii, concretamente en 1194, Ramon de Vilademuls, señor de Llers y Pals, funda y dota un beneficio dedicado a san Miguel, celebración suscrita por diferentes nobles y presbíteros de los condados de Girona, Empúries y Besalú. Ya en época tardomedieval, en la visita pastoral del obispo gerundense Ènnec de Vallterra, fechada en 1363, se alude a los tres altares consagrados de la iglesia, los ya mencionados de san Ginés y san Miguel, y otro dedicado a la Virgen, del cual se desconoce la fecha de fundación.

Entre 1676 y 1689, los enfrentamientos entre tropas francesas y españolas derivados de la guerra de los Treina Años afectaron de manera devastadora al templo románico, que al parecer quedó muy maltrecho. En consecuencia, la iglesia fue reconstruida en el siglo xviii, aunque reutilizando parte de la fábrica románica original, cuya orientación, por cierto, fue invertida en el nuevo edificio.

Los restos de la primitiva iglesia románica se observan únicamente en el exterior. En las partes bajas de los muros norte y sur todavía se pueden contemplar las puertas y ventanas románicas originales que iluminaban la antigua iglesia, actualmente tapiadas y algo escondidas; tienen forma de arco de medio punto y están adoveladas. La historiografía suele considerarlas elementos propios del siglo xi, aunque podrían ser algo más tardías. También es visible parte del aparejo original, aunque bastante degradado, con sillares irregulares y poco trabajados.

La iglesia custodiaba una talla románica de la Virgen con el Niño, que se conoce sólo por fotografías antiguas. La pieza pudo haber pasado al mercado de anticuarios (según F. Motsalvatje) o bien haber sido quemada durante la Guerra Civil, en 1936 (como afirma A. Noguera). En cualquier caso, se trataba de una imagen de la Virgen como Sedes Sapientiae, de apariencia bastante rígida y que la historiografía suele comparar con la llamada Mare de Déu de la Fossa de Santa Maria de Ullà, en la cercana comarca del Baix Empordà, o con la más lejana Virgen de Saneja, en la Cerdanya; ambas son piezas del tardío siglo xii.

Pila bautismal

El Museu Arqueològic i Comarcal de Banyoles custodia una pila bautismal procedente de la iglesia de Sant Pere (MACB-16). Consta de base cuadrada, fuste cilíndrico y una copa rematada con cuatro elementos ovalados en las esquinas. Generalmente se fecha en el siglo xii, pero la falta de decoración, su austeridad y la falta de estudio sobre este tipo de piezas, dificultan una datación más precisa.

Texto: Lorena García Morato – Fotos: Lorena García Morato

Bibliografía

Badia i Homs, J., 1990, pp. 57-61, 83-89; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, pp. 381, 407-409; Constans i Serrts, L., 1985-1993, I, p. 283, II, p. 211, III, p. 219, 311; Coromines i Planellas, J. M. y Marquès i Casanovas, J., 1967-1978, III, pp. 49-55; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVII, p. 295; Noguera i Massa, A., 1977, p. 174; Palmada Auguet, G. et alii, 2005, p. 292.