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Presbiterio

Identificador
19210_01_014n
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 14' 30.79'' -2º 43' 57.58''
Idioma
Autor
Ana Belén Fernández Martínez,Ezequiel Jimeno Martínez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Julián Confesor

Localidad
Paredes de Sigüenza
Municipio
Paredes de Sigüenza
Provincia
Guadalajara
Comunidad
Castilla-La Mancha
País
España
Descripción
DESDE LA LEJANÍA, y según nos acercamos al pueblo, se aprecia el alzado de la espadaña de la iglesia, y ya desde ese momento se toma en consideración que el templo pudo recibir transformaciones de su original planta románica. Del siglo XIII, su construcción se asemeja al modelo arquitectónico que desde el episcopado seguntino se venía promoviendo para los templos que se construían en los núcleos recién repoblados. Es decir, iglesia de una sola nave, de pequeñas dimensiones, con espadaña a poniente y cabecera con ábside semicircular a oriente, aunque sobre este modelo hubo excepciones que se hicieron notar en algunos templos. Esta iglesia es, por tanto, una construcción románica en origen, cuya traza puede observarse en algunos de los elementos que han podido conservarse a lo largo del tiempo y de sus modificaciones, tanto en el exterior como en el interior. Durante el siglo XVI se reconstruyó el templo románico adaptándolo a las nuevas directrices de la época: mayor altura de las naves y la espadaña y sustitución del ábside semicircular por otro de cabecera cuadrada, reconvirtiéndola en una nueva parroquia de tintes renacentistas. Al haber sufrido una transformación tan profunda, se aprecia cómo la fábrica de sus muros es de igual factura, de sillares definidos, cuidada talla y mampostería como relleno, que le otorgan unidad al edificio. Dicha unidad, de gusto renacentista, se rompe en el muro sur, con la apertura de la portada de ingreso, único elemento típicamente románico que ha sobrevivido a la reforma de su arquitectura. La portada se abre, por tanto, en el lado de la epístola; consta de un arco de medio punto, de estilo sencillo, similar a la estética impulsada desde el catedralicio seguntino, como vemos en Palazuelos y Pozancos. Tiene arco abocinado con cuatro arquivoltas y una chambrana moldurada. El más interior es dovelado, liso y ancho; los restantes alternan el fino baquetón con moldura que termina en chambrana. Descansan las arquivoltas sobre una serie de cuatro capiteles a cada lado, con decoración vegetal muy simple, de hojas de palma, a excepción de los capiteles interiores que se decoran con tres trazos horizontales, todo ello bajo una cornisa de muy fina línea que arranca desde el ancho del muro. Se adosan dos columnas a la degradación del muro en su parte interna, de fuste liso con basa poco pronunciada. Todo el volumen arquitectónico al exterior es parecido al de Rienda, en tanto que sus proporciones son similares, diferenciándose claramente los elementos de espadaña, nave y cabecera. La cabecera es de planta cuadrada, y rodeada de contrafuertes como ocurre en Rienda, dos en los laterales y dos en las esquinas, como soporte de empuje a la bóveda de crucería del interior. Recorre el alero de los muros exteriores una cornisa moldurada de la época de la ampliación, no quedando indicio alguno de los canes que pudiera tener la primitiva iglesia románica. En el lado sur de la cabecera se adosa un cuerpo de planta rectangular que alberga la sacristía y que da al espacio donde se encuentra el cementerio, el cual se rodea por un pequeño muro. La iluminación al interior se consigue con la apertura de dos vanos en la panda sur, de tipología moderna, con arco de medio punto de amplia luz; ambos son iguales y casi situados a la misma altura. Se aprecia pues el cambio de mentalidad constructiva de iglesias más pequeñas, de poca iluminación de gusto románico y otras más modernas que iban incluyendo espacios de mayor altura y con amplios vanos. Por último, cabe señalar que la espadaña, situada a los pies, es una adaptación posterior y reconvertida tras sufrir un incendio en esta parte de la iglesia, como se aprecia en el cambio de fábrica con respecto al resto de la fachada. En su cuerpo inferior se abre una puerta que da acceso al interior, y un óculo central para dar iluminación. Sobre ella, dos cuerpos más, el segundo con dos huecos de arco de medio punto, siguiendo la influencia románica, y separado del último por una moldura, donde se abre otro hueco más pequeño para campanil, flanqueado por pináculos a ambos lados. El interior de la iglesia consta de una sola nave de tres tramos, divididos entre ellos por arcos de medio punto encalados, excepto el arco triunfal que da paso a la cabecera, que está realizado en piedra vista de sillar. Toda la nave se cubre con bóveda de cañón con lunetos, encalada completamente y decorada en tonos claros. Los arcos descansan sobre una triple cornisa moldurada que recorre todo el lienzo interior hasta llegar al arco triunfal, y ésta, a su vez, sobre pilastras adosadas al muro. La cabecera de la iglesia, de planta cuadrada, se cubre con cúpula de media esfera sobre pechinas. Ocupan el altar mayor imágenes religiosas y una destacada talla barroca del siglo XVII de la Virgen del Sagrario con Niño, que aparece sentado en su regazo. A los pies de la iglesia debería encontrarse el coro en alto, sin embargo desapareció debido a un incendio por lo que toda esta parte fue reconstruida, incluyendo la parte alta de la espadaña. En esta parte se abrió entonces una portada de ingreso a la iglesia que aún hoy es aprovechada. En el costado sur se encuentra, además, la escalera para subir al campanario.
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