NADA MÁS REBASAR el cementerio y justo antes de las primeras casas del pueblo sale un camino de tierra a nuestra izquierda que, tras 2 km recorridos, nos llevará junto a las ruinas de la ermita de Pinillos. Se encuentra ubicada al pie de una pequeña colina conocida como Peña Pinilla, rodeada de tierras de labranza. Parece ser que este edificio fue la parroquia de una aldea denominada Pinillos de Prestaño que en 1247 citada como Piniellos de Prestanno rentaba al canónigo Rodericus Burg diez maravedís menos diecisiete dineros. El asentamiento de Pinillos ya se encontraba perdido en el siglo XVII y la definitiva ruina de la ermita es posible que sucediese durante el siglo XVIII. El sencillo edificio, de una sola nave, presbiterio y ábside, está construido con mampostería de calicanto utilizándose el ladrillo para las ventanas, portadas y para la línea de imposta de la cabecera. Tan sólo se mantienen en pie la cabecera y los muros sur y oeste, habiéndose derrumbado totalmente el muro norte. En el tambor central del ábside encontramos una ventana construida en ladrillo con forma de arco de medio punto doblado con derrame interno. En el lateral sur del tambor del ábside existe un enorme hueco en el muro en el que seguramente se ubicó otra ventana aunque reconocer cual era su tipología resulte imposible. El acceso al templo se realizaría a través de dos portadas ubicadas una en el muro occidental, de la cual no se conserva nada, y otra en el muro meridional, que estaría formada seguramente por un arco de medio punto y cinco roscas de ladrillo, resaltadas ligeramente del muro meridional, de la que solamente conservamos parcialmente algunos ladrillos en la esquina superior oriental. En el interior observamos como la cabecera se cubría con bóveda de horno y el presbiterio con bóveda de medio cañón, actualmente arruinadas. Sobre la ventana situada en el eje central del ábside encontramos un friso de ladrillos en esquinillas muy desgastados que, siguiendo los esquemas vistos en otras iglesias de la zona, recorrería toda la cabecera aunque aquí solamente lo vemos en el ábside y en el muro sur del presbiterio. Es en este mismo muro, en la parte inferior, donde todavía hoy podemos ver una pequeña credencia construida con ladrillos y con forma de arco apuntado. En el muro occidental, por encima de la portada junto al tejado se abría otra ventana probablemente construida también con ladrillos actualmente perdida. Gran parte de la mampostería de la parte inferior del ábside ha desaparecido ocasionando graves problemas de estabilidad al edificio. Esto, junto con las numerosas grietas que recorren la cabecera hacen peligrar la existencia futura del templo.