Sant Martí de Castellars
EL PONT DE SUERT
Iglesia de Sant Martí (antiguamente Sant Feliu) de Castellars
El caserío de Castellars se encuentra en un promontorio en el extremo meridional de la margen izquierda del barranco de Peranera. Desde la carretera N-260 se toma un desvío en dirección a Malpàs, para después coger una pista asfaltada que conduce a Castellars.
Una noticia fechada en 848 se informa que el conde Frèdol de Tolosa donó al cenobio de Santa Maria de Lavaix el lugar conocido sancti Felici, el cual podría referirse a este templo, o a Sant Feliu de Barruera. La primera mención documental que con toda seguridad se refiere a la iglesia de Castellars, antiguamente dedicada a san Félix, data hacia 1103, momento en que Miró Guerreta y sus hijos Ramon Mir y Guillem Mir la dotaron con un hombre en el castillo de Castellars, con su respectiva esposa y todos sus bienes recayendo dichas infeudaciones en el monasterio de Santa Maria de Lavaix.
La iglesia parroquial de Castellars es un edificio que ha sido objeto de un intenso proceso de reformas durante la época moderna, al cual, posiblemente, haya que asociar su cambio de advocación a san Martín de Tours. En la actualidad, resulta difícil identificar los vestigios que pueden corresponder al templo románico.
Pila bautismal
En el interior, se conserva se conserva una pila bautismal, labrada en piedra local, que se considera, según la tradición de la comarca, procedente del monasterio de Santa Maria de Lavaix. Se dice que fue adquirida a los monjes a cambio de unos quintales de trigo, dado que estos se encontraban en una acuciante situación de penuria a causa de la Desamortización. La pieza se encuentra adosada al muro norte, con lo que tan sólo queda a la vista la mitad de su superficie. Su diámetro exterior es de unos 67 cm y el grosor de sus paredes de unos 16 cm, mientras que su profundidad es de unos 40 cm. Se despliegan por su cara exterior una serie de arcuaciones que encierran dos cruces –una de ellas parcialmente oculta por parte del muro–, una concha, que podría aludir al bautismo, y una circunferencia que rodea un pequeño círculo. Algún autor ha hecho referencia, en relación a los arcos, a su interpretación como la Jerusalén celeste y la vida eterna.
Esta pila se podría fechar en el siglo xii.
Texto y foto: Nuria Otero Herráiz
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, XVI, pp. 171-172; Puig i Ferreté, I. M., 1984, p. 93.