EL EDIFICIO SE ENCUENTRA UBICADO en la parte alta del pueblo, sobre una loma, rodeado de campos de cultivo, edificaciones agrícolas y viviendas abandonadas, algunas de las cuales se adosan a sus muros. El exterior, muy modificado, responde a patrones muy rurales y simples. Su fábrica, a base de sillar irregular de pequeño tamaño, revela diferentes añadidos pertenecientes a épocas diversas. El frente sur, donde se encuentra la portada, está asegurado por dos contrafuertes que coinciden con los arcos de la bóveda interior. A continuación se dispone una ventana con una mansarda moderna y una estancia cuadrada, la sacristía, con sillar escuadrado. La cabecera, recta, junto con el lienzo de la sacristía anexo, están ocupados por el frontón de la localidad. Y en el muro septentrional se adosa una vivienda, hoy abandonada. Por su parte, el frente occidental, donde se levanta la torre, presenta varias etapas constructivas, la última de las cuales podría corresponder a mediados dels siglo XVII. En primer lugar, se percibe el muro primitivo en su parte baja. Flanqueándolo a ambos lados, se añadieron dos contrafuertes con la función de soportar la pared y el empuje de la torre que se alzó encima, a la cual se le anexionó, en su vertiente meridional, un fragmento de lienzo que contiene la escalera de acceso al campanario y que está recorrido por ventanas y oquedades en sus lados oeste y sur. El cuerpo de campanas se asoma a oriente a través de dos vanos rectangulares, el del norte completado por una hilera de canes convexos lisos que se disponen en el paño siguiente de muro. Y en los lados sur y norte se abren otros dos vanos, también rectangulares. Mientras que en el oeste lo hacía un arco con remate semicircular que se cegó, y bajo el cual se avista otra ventana cuadrada a la altura del coro. La portada (2,11 m de frente por 75 cm de fondo y 1,23 m de vano) resulta muy sencilla y está formada por una arquivolta lisa que apoya sobre imposta también lisa y pies derechos. El conjunto permanece flanqueado por dos contrafuertes desiguales (el oriental de 100 cm de profundidad y 84 cm de frente) destacando el occidental por tener mayor altura y haber quedado embutido en la estructura de la torre. En cuanto al interior, debe indicarse en primer lugar que su planta está formada por nave única rectangular (14,02 m de largo por 4,58 m de anchura) terminada en cabecera recta, tipología que remite a otros edificios semejantes de la zona, como Aristu, Ozcoidi o Zunzarren. Tres arcos fajones apuntados que sostienen una bóveda de cañón, también apuntado, definen los tramos en que se organiza la construcción y apean en ménsulas bilobuladas prolongadas, cuyo cimacio superior coincide con la línea de imposta que recorre los muros laterales. En su frente septentrional, en el tramo del presbiterio y en el contiguo, se abrieron sobre la fábrica medieval dos nichos de arco rebajado que habrían cumplido funciones de capillas-altar. En el muro testero y bajo el retablo se han empotrado dos estelas discoideas a modo de mesas auxiliares. En el muro meridional, y paralelamente a la cabecera, se abre la sacristía, una estancia de planta cuadrangular cubierta con bóveda de terceletes. Con respecto a los vanos que iluminan el edificio, son dos, de sección cuadrangular, que se ubican en el muro sur, a continuación de la sacristía, y en el hastial, sobre el coro. Éste, que sustituiría a otro anterior más bajo (a tenor de las ménsulas que se mantienen en el muro septentrional), es de madera y todavía conserva las tallas y policromías barrocas a base de motivos de ovas y dentellones y una balaustrada torneada. Diferentes pinturas murales de época barroca o quizá neoclásica, a base de casetones y motivos florales y vegetales, todavía se aprecian bajo el enlucido de la bóveda y el muro del lado del evangelio. Por todas las características comentadas, y especialmente por las peculiaridades de las bóvedas y los elementos sustentantes interiores, que también pueden encontrarse en otras iglesias rurales navarras como Arzoz, Maquírriain u Oscáriz, debe indicarse que la fábrica primitiva de la iglesia podría datar de finales del siglo XII o principios del XIII, a pesar de que sufrió distintas remodelaciones posteriormente. Finalmente, y en cuanto a piezas de arte mueble medieval, destaca la presencia de una pila bautismal de gran calidad. Está emplazada en el sotocoro, en el muro del evangelio, y queda empotrada en un nicho lateral, de arco rebajado. Su copa, de gran tamaño (91 cm de diámetro por 25 cm de altura) y cilíndrica, está compuesta por una sucesión de arquerías de medio punto que descansan sobre columnas con capiteles, al igual que se puede observar en otras pilas bautismales cercanas de características semejantes, como las de Oscáriz o Najurieta, así como las de Reta, Zuazu, Lérruz, Idoate, Cemboráin o Alzórriz. La subcopa es lisa. Apoya sobre un fuste cilíndrico (33 cm de largo) que finaliza en una basa circular y un pedestal cuadrado rematado en sus esquinas por bolas. Todo el conjunto reposa sobre una gran peana circular (de 26 cm de altura). Sobre su fecha de labra, y siguiendo la cronología que se ha venido adjudicando a las restantes pilas del grupo en el que se enmarca esta fuente, podría ser datada a comienzos del siglo XIII.