Identificador
09211_03_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 45' 46.65'' , - 3º 17' 34.23''
Idioma
Autor
Pedro Luis Huerta Huerta,Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Frías
Municipio
Frías
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
ESTÁ SITUADA EN EL EXTREMO oriental de “La Muela”, protegida en tres de sus lados por los muros del recinto fortificado del que formó parte como un bastión defensivo más. Se trata de un edificio de origen tardorrománico muy transformado merced a los añadidos y reformas que se hicieron con posterioridad. A tenor de los restos conservados actualmente y pese a algunas modificaciones introducidas más tarde en los soportes, podemos deducir que el viejo templo constaba de tres naves separadas por pilares cruciformes que se elevaban sobre un zócalo circular moldurado con un bocel en el borde. En cada lado de estos pilares se adosaba una columna con capiteles de hojas planas que soportaban arcos de medio punto doblados, los formeros más bajos que los fajones pero de mayor luz. Se cubrían estas naves con bóvedas de cañón -la central de mayor altura- tal como se puede ver todavía en uno de los tramos de la nave de la epístola y en otro de la nave central, si bien en ésta se detectan ciertos titubeos que fueron resueltos finalmente con la adición de una crucería. La cabecera está formada por tres capillas de testeros planos, de las cuales sólo la del evangelio parece que ha conservado su traza original. Presenta bóveda de crucería y dos ventanas abiertas en los muros norte y este, ambas con arcos de medio punto doblados que apean sobre dos pares de capiteles exornados con hojas planas que se curvan en la parte superior acogiendo bolas y cabecitas antropomorfas. A los pies de la nave de la epístola se levantaba una potente torre de planta cuadrada, dividida en tres cuerpos por sencillas impostas: el inferior macizo, el intermedio con un vano en cada lado y el superior con dos pares de troneras en cada lienzo. El remate almenado que presentaba este último era propio de su doble función como campanario y baluarte militar. Esta torre sufrió varias reparaciones a lo largo de los siglos, quedando de alguna de ellas testimonio escrito, como se puede leer en una lápida del interior: ESTA ANTIGVA TORRE ESTAVA EN PELIGRO DE CAERSE I HONRA Y GLORIA DE DIOS I DE LA GLORIOSA VIRGEN MARIA I DEL BEATO SAN VICENTE LA HIÇO RESTAVRAR EL NOBLE CABALLERO I GENTIL HOMBRE ROMANO DIEGO VALDERRAMA HIJO DE MARTIN ORTIZ VALDERRAMA I DE DOÑA MARIA DE CORRAL I MARIDO DE LA SEÑORA DOÑA COSTANZA RINALDI GHERARDESCA DE MEDICIS PARIENTA DE CONSAGVINIDAD DE LAS GLORIOSAS MEMORIAS DEL PAPA LEON X I DEL PAPA CLEMENTE VII DE MEDICIS I DE LA REINA MADRE DE FRANZIA DOÑA CATALINA DE MEDICIS I DE LOS REIES SVS HIJOS I DE LOS GRAN DVQUES DE FLORENZIA I DE TOSCANA I SOBRINA CARNAL DEL SANTISSIMO PAPA LEON XI DE MEDICIS QVE AL PRESENTE REINA I PRIMA TERZERA DELA SERENISIMA DOÑA MARIA DE MEDICIS I AVSTRIA AL PRESENTE REINA DE FRANCIA EL AÑO DESPVES QUE FVE EN ROMA VNO DE LOS SEÑORES CONSERVADORES DEL SERENISSIMO SENADO I REPUBLICA... En 1671 Pedro de Llanderal reparó el cuerpo superior que amenazaba ruina y en 1813 las grietas que habían aparecido motivaron la intervención del cantero Dámaso de Echeverría. Finalmente, el 14 de noviembre de 1906, se vino abajo toda ella arrastrando en su caída parte de las naves y la portada principal. Dos años después se procedió a la reforma de toda la fachada occidental según el proyecto del arquitecto J. Calleja, culminándose los trabajos en 1920. La mencionada portada principal se hallaba a los pies de la nave central y fue vendida al Museo de los Claustros de Nueva York, donde actualmente se exhibe. Consta de varias arquivoltas parcialmente conservadas que apoyan sobre columnillas acodilladas, dos de ellas cubiertas de una decoración geométrica a base de rombos y zigzags y las otras con triple fuste muy esbelto. La primera arq u ivolta se adorna con lóbulos y una moldura en zigzag en la que se intercalan dos pequeñas rosetas y seis máscaras barbadas. La siguiente arquivolta muestra diversas escenas -algunas incompletas- del ciclo de la Navidad (San José, la Visitación y la Matanza de los Inocentes) y de la Pasión (la Última Cena, la Entrada de Cristo en Jerusalén, la Crucifixión, etc.). Sigue luego una decoración de motivos vegetales y fauna fantástica y por último una serie de cabezas femeninas y masculinas tocadas con gorros de barboquejo, bonetes y hasta un obispo con mitra, moda toda ella que induce a fechar la portada en los primeros decenios del siglo XIII. Los capiteles sobre los que apoyan lucen motivos vegetales y arpías muy parecidas a las del castillo. Por lo que respecta a su cronología, hay que apuntar que su construcción también está relacionada con la formación de la nueva puebla auspiciada por Alfonso VIII, de ahí que sea ya un edificio tardío, de comienzos del siglo XIII, aunque como en el caso del castillo habría que admitir la existencia de un templo anterior. En este sentido hay que señalar que en el Fuero de 1202 se hace referencia a que los juicios se celebrasen en la iglesia de San Vicente, posiblemente en su pórtico: Et si venerit alicuius homo de foris de omni parte qui inquirat iudicium de alicuius populator respondeat in su villa uel in ecclesia Sancti Vicenti. Sin embargo, en un concierto sobre la revisión de las propiedades redactado en 1211 queda patente que el templo estaba en obras pues se menciona que el destino de ciertos dineros sea ad opus altarium Sancti Vicentii. Tomando como base estas fechas, así como las características formales de capiteles y portada, creemos que la iglesia fue reconstruida a partir de la primera década del siglo XIII, momento del que parece datar la capilla del evangelio y algunos tramos de las naves, prolongándose las obras hasta el segundo cuarto de la misma centuria con la construcción de la fachada occidental, incluida la torre, el rosetón y la portada.