SE ENCUENTRA UBICADA en la parte alta del pueblo sobre un pequeño promontorio y junto a la plaza principal. Conserva prácticamente íntegra su fábrica románica, levantada en sillarejo de grandes bloques de caliza ferruginosa recogida con argamasa, reservándose una caliza más fina y de tonos dorados para los esquinales del codillo del presbiterio, las cornisas y el recercado de los vanos. Al exterior podemos ver un sencillo edificio con cabecera dividida en presbiterio y ábside semicircular, y una sencilla nave oculta por un pórtico añadido al sur, parte del cual interiormente se convierte en una segunda nave. El pórtico continúa hacia el este recubriendo también el presbiterio y parte del ábside. En el lado norte, a la altura del presbiterio, encontramos una estancia adosada de planta cuadrangular que se utiliza como sacristía y el cementerio rodeado por un murete de mampostería. El hastial occidental de la nave fue modificado con posterioridad al estilo románico para añadirle una espadaña de cuerpo inferior liso, dos troneras de arco de medio punto y remate a piñón. El ábside de la iglesia, que se alza sobre un afloramiento de pizarra, se encuentra recrecido en altura en la parte meridional aproximadamente un metro, recrecimiento que no continúa en la zona norte, siendo visible aquí una sobrecubierta en mal estado. En el eje central se abría una ventana románica realizada en sillería que ha sido muy modificada para ampliarla en época moderna. En el sector sur del ábside se abre otro vano que reutiliza el remate superior de la saetera románica. La decoración se completa con una cornisa achaflanada, realizada en caliza blanca, ornada con bolas sostenida por sencillas canes de hojas lisas y picudas de las que pende una bola, un personaje que sostiene un voluminoso e irreconocible objeto sobre sus rodillas, otro de pie vestido con una saya corta que lleva una de sus manos al vientre y también canecillos con perfil de proa de nave y de nacela. En cuanto a la nave, aunque su lado meridional permanece oculto por el pórtico como ya hemos señalado, todavía es perfectamente visible el muro norte románico en el que encontramos una de las portadas de acceso al templo. Abierta en mitad de la nave, la puerta permanece cegada a día de hoy por lajas de pizarra y rodeada de abundante vegetación. Está construida con sillería de caliza y formado por un arco de medio punto con el intradós abocelado y con las dovelas que lo conforman lisas y sin decoración salvo dos de ellas en las que se tallan hojas hexapétalas dentro de círculos y pequeñas hojas lobuladas que se asemejan a los acantos. La portada se completa con dos arquivoltas decoradas con bocel, la externa recogida por jambas prismáticas y la interior por pequeñas columnitas coronadas por capiteles en los que se tallan voluminosas bolas mientras que en el otro se tallan dos pequeñas hojas. Una imposta formada por una moldura doble de liste recorre la portada a la altura de los cimacios. En la nave norte sujetando una cornisa con perfil de chaflán, todavía son visibles una serie de canecillos de técnica y temática muy similar a los de la cabecera con hojas puntiagudas que acogen grandes bolas, cuadrúpedos identificables, nacela o un tonel. En la esquina noroccidental del templo se conserva recolocado un canecillo con perfil de proa de nave mientras que en el muro occidental sobre el que se levanta la espadaña tiene en su parte inferior embutidos algunas piezas románicas como una dovela y un bocel. El acceso al interior de la iglesia se realiza por una portada renacentista que da paso a un vestíbulo donde encontramos una pequeña estancia que fue usada como consultorio de atención primaria hasta hace escasas fechas. Dentro de este vestíbulo en el muro sur de la nave de la iglesia encontramos una sencilla puerta románica construida con sillería de caliza y formada por un arco de medio punto con las dovelas que lo conforman sin decoración y recogido por jambas prismáticas lisas y una arquivolta decorada con un bocel que apea también en jambas prismáticas que tienen dos pequeñas columnas adosadas coronadas con capiteles de iguales características a los que se encuentran en la portada norte: decoración vegetal empleando hojas lobuladas muy desgastadas en uno y grandes bolas entre triángulos el otro. El conjunto se completa con una imposta achaflanada a la altura del cimacio y una voluminosa chambrana también con perfil de chaflán. En el interior del templo el espacio se organiza en dos naves, comunicadas entre sí por un gran arco de medio punto rebajado, y cubiertas ambas con falsos techos de escayola aunque todavía en la nave principal se conservan las vigas de madera y las zapatas que formarían parte la armadura que cubría este espacio. La existencia de esta segunda nave es fruto del adosamiento de una larga estancia a la nave sur de la iglesia, parte de la cual como ya hemos explicado, se convirtió en un pequeño portal de entrada, mientras que el resto se aprovechó como segunda nave de la iglesia. La comunicación de la nave principal con la cabecera de la iglesia se realiza a través de un arco de medio punto que apea en columnas adosadas con capiteles en los que se representa, en el lado del evangelio frutos en forma de piña en las esquinas que penden de un pequeño tallo y en la parte central un motivo geométrico de dos pequeñas espirales enmarcadas por un cuadrado. Sobre las piñas discurre una pequeña línea en la que se tallan pequeños triángulos y justo encima se coloca el cimacio decorado con tres filas de billetes. En la cesta del lado de la epístola, se tallan dos aves con los cuellos entrelazados y que se picotean sus patas delanteras. Este motivo decorativo es relativamente frecuente encontrarlo en otras iglesias de la provincia de Segovia como en los capiteles de los arcos triunfales de las templos de Sotillo, Castiltierra o en la Virgen de la Peña de Sepúlveda. El cimacio se decora con tallos entrelazado de los que surgen ramilletes de pequeñas hojas. La cabecera se encuentra abovedada empleando bóveda de medio cañón para el presbiterio y bóveda de horno en el ábside oculto en parte por el retablo principal del templo de estilo clasicista presidido por una imagen moderna de la Virgen y cuatro tablas en las que se representa su ciclo completo: Visitación, Anunciación, Nacimiento y Adoración. En el muro sur del presbiterio encontramos un pequeño arco de medio punto que comunica con la nave del mediodía mientras que en el muro norte del tramo recto una puerta adintelada nos permite acceder a la sacristía de la iglesia. En la esquina noroccidental del templo, bajo el coro, encontramos una pila bautismal románica formada por un pie de 21 cm de altura sobre el que se asienta una copa de 95 cm de diámetro y 58 cm de altura decorada con los habituales gallones. La ausencia de cualquier tipo de referencia documental o epigráfica sobre la iglesia hace extremadamente difícil establecer una cronología precisa para este edificio, pero por las formas y la decoración conservadas podemos afirmar que nos encontramos ante un edificio levantado en los últimos años del siglo XII o principios del XIII.