Santa Maria de Vilet
Iglesia de Santa Maria del Vilet
El pueblo del Vilet formaba parte del municipio de Rocafort de Vallbona hasta que el 1972 se fusionó con el de Sant Martí de Maldà. En la ribera izquierda del río Corb, se encuentra situado en una de las terrazas fluviales que son inundables con mucha facilidad. Se llega al Vilet desde la carretera de Sant Martí, por un camino que baja hasta el río, cruza un puente y conduce hasta el llano.
En la documentación histórica aparece con el nombre Vilamanyanor, Vilamenyenor o Vilamanyor que podría ser una contracción de Villa Magnis Honoris. La primera noticia data de 1084, cuando el vizconde Ramon Folc I de Cardona hizo una donación de unas tierras a Guillem Miró de Boixadors. En 1157, Bernat de Boixadors, como castellano, daba el castillo de Vilet a Bernat de Santmartí. Vilet perteneció a la baronía de Vallbona desde 1380. La primera vez que se menciona la iglesia de Santa Maria es en 1154, cuando un grupo de iglesias que se integraban en el obispado de Vic, entre ellas la del Vilet, fueron cedidas al de Tarragona. La iglesia parroquial está dedicada a santa María y es sufragánea de la parroquia de Sant Martí de Maldà.
La actual iglesia mariana del Vilet se incluye dentro del grupo de edificaciones que, construidas entre finales del siglo xiii y principios del xiv, presentan simultáneamente características del románico y del gótico, por lo que se la ha clasificado dentro del estilo tardorrománico o protogótico. Además, como sucede habitualmente, la parroquia ha sufrido distintas modificaciones, de las que la más importante es la reconstrucción de la fachada en 1808. Se trata de una iglesia de pequeñas dimensiones, orientada hacia el Oeste y por una planta compuesta por un ábside rectangular y una nave rectangular de dos tramos, a la que se le abrieron unas capillas laterales que forman un falso transepto. La cubierta es de bóveda de crucería y los arcos que comunican con las capillas laterales, apuntados. Las dos claves de las bóvedas presentan motivos característicos de la primera mitad del siglo xiv, como la Virgen con el Niño y el Agnus Dei, junto a la heráldica de la familia Alemany. El coro elevado se sitúa en el muro occidental.
En la capilla de Santa Ana, abierta durante el siglo xix destruyendo una parte de la iglesia original, se conserva un sarcófago de estilo gótico perteneciente a la familia Alemany y Pinós, como indican sus escudos, y el arranque de un arco ojival que formaba parte de una antigua portada.
En unas obras de restauración que se realizaron durante la década de los noventa, se encontraron unas pinturas murales localizadas en la cara interior de la bóveda, que se situarían cronológicamente en el período de transición del último tercio del siglo xiii a las primeras décadas del xiv.
Exteriormente, la iglesia es una edificación de formas simples. Destaca el uso de contrafuertes en los laterales. La fachada, situada en el muro oriental, está formada por una puerta de arco de medio punto y un rosetón, el cual presenta un avance respecto al óculo románico, pero carece de las complejas tracerías propias del gótico pleno. Se ha considerado como un ejemplo a caballo entre el tardorrománico de la llamada escuela de Lleida y la aparición del gótico en la zona. La utilización de anchas tracerías como decoración central hace suponer que su función fue la de dejar pasar la luz blanca al interior del edificio, y eso excluiría el uso de vidrieras coloreadas. En la parte superior de la fachada, una espadaña con dos ojos corona la construcción.
En el muro meridional se halla una estela funeraria discoidea procedente del antiguo cementerio parroquial que se situaba en dicho lugar.
Texto y fotos: Nuria Montoya Vives
Bibliografía
Catalunya romànica, 1984-1998, XXIV, pp. 555-556; Bellmunt i Figueras, J., 1991, II, pp. 407-413; Bellmunt i Figueras, J., 1999, pp. 244-245; Torres i Benet, M., 2004, pp. 57-115.