LA TEMPESTAD DE MÁRMOL
Este artículo de Francisco Prado-Vilar presenta un nueva visión de una de las obras cumbres del arte medieval, la Porta Francigena de la catedral de Santiago (ca. 1105), proponiendo nuevas identificaciones iconográficas para algunas de sus esculturas más famosas, cuyas fuentes clásicas incluyen los mitos de Prometeo, Ulises y Pigmalión. Referencias literarias a autores como Virgilio, Lucrecio o Ausonio, se combinan con discusiones en torno al pensamiento de críticos teóricos como Aby Warburg, y su proyecto Mnemosyne, o Michel Serres y su historia líquida, con el fin de articular un marco metodológico fluido que ayuda a dilucidar las complejidades de la configuración semántica del programa de esta portada y los procesos de activación de los efectos sinestésicos de sus esculturas en el marco del entorno urbano para el que fueron creadas.
DESCARGAR EL ARTÍCULO |