OSOR

Con una extensión de 52 km², el municipio de Osor se extiende por el fondo del valle drenado por la riera de Osor, que desemboca en el Ter. Este río, a su vez, también discurre por el término municipal de Osor, en el que se encuentra el pantano de Susqueda.

El término, además de la villa de Osor, cabeza de municipio, comprende los vecindarios de las Mines d’Osor, Santa Creu d’Horta, Sant Gregori, el Coll y Sant Miquel de Maifré. El acceso principal se realiza por la carretera local GI-542, y las comunicaciones se completan con varias pistas forestales.

La ocupación humana del territorio de Osor es antigua, pues se han  encontrado en la zona restos de materiales neolíticos. Hay también rastros de presencia romana (se descubrió un altar votivo y escombros de un pequeño templete). De la etapa medieval, la primera referencia escrita la encontramos en el año 860, cuando fue otorgado un alodio en Osor al monasterio de Santa Maria de Amer. Ya en el siglo x, conocemos documentación de Santa Creu d’Horta, la parroquia de Osor, y de la iglesia de la Mare de Déu del Coll.

Texto: Montse Jorba i Valero

Iglesia de Sant Pere

En la parte alta del núcleo antiguo del municipio de Osor se levanta la iglesia parroquial de Sant Pere. El templo está flanqueado por las rieras de Osor y Noguerola, con sendos puentes medievales que fueron, al igual que la parroquia, reconstruidos después de un importante terremoto en 1427.

La primera referencia documental sobre Sant Pere data del año 914, momento en que se encontraba entre las posesiones del señor Sala y de su hijo Isarn, bajo la jurisdicción del castillo de Solterra, situado en la población vecina de Sant Hilari de Sacalm. En el siglo xii, concretamente en 1144, el conde Ramon Berenguer IV concedió a los habitantes de Osor el privilegio de poder librarse del tributo del derecho de cugucia, si pagaban dos sueldos como tasa. En 1125, el templo fue reedificado y consagrado por el obispo de Vic Ramon Gaufred.

La actual iglesia corresponde a una reforma barroca, en la que se conservan unos pocos elementos románicos. Estos vestigios aparecieron en 1977, cuando se demolieron otras edificaciones contiguas al templo. Corresponden al hastial del brazo sur del transepto, que va decorado con una serie de nueve arquillos ciegos flanqueados por lesenas, dispuestos siguiendo el perfil de la antigua cubierta a dos aguas. En la fachada se abren además dos ventanas antiguas: una grande y de doble derrame, otra más pequeña, posterior. En el sector norte del antiguo transepto se conservan algunos fragmentos de lesenas. Se suele fechar este tipo de construcción en el siglo xii, momento en que se produjo una primera ampliación del templo primitivo.

Texto y foto: Marina García Carbonell

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, V, p. 311; Monsalvatje y Fossas, F., 1889-1919, XVII, p. 314; Pladevall i Font, A., 1993, pp. 49-78.