Castillo de Torcafelló
Castillo de Torcafelló
Las ruinas del castillo de Torcafelló se encuentran en la cima del cerro de Sant Jordi, situado a 1 km de la población de Maçanet. El castillo de Torcafelló fue construido en el siglo xi, siendo un centro de jurisdicción feudal que formaba parte del vizcondado de Cabrera y se extendía por las parroquias de Maçanet, Martorell y Sils.
La primera referencia que tenemos sobre este recinto data del 1106; se trata de un homenaje del vizconde Ponç I de Cabrera a Ramon Berenguer III por todos sus castillos, menos los de Barres, Brívola y precisamente Torcafelló. Hacia el año 1200, los señores de Maçanet emparentaron con los Cartellà y trasladaron su residencia a la torre de Cartellà, situada en el mismo municipio. El castillo quedó entonces a manos de la familia Torcafelló, cuyos miembros principales ejercieron como castellanos.
Podemos dividir las etapas de construcción del castillo en tres momentos, aunque debido a la superposición de estructuras, solamente se conoce con precisión la tercera.
De la primera época, en el siglo xi, hemos de destacar la torre del homenaje situada en el centro de la fortificación, de la cual hoy sólo quedan parte de los cimientos. Se conservan también, en el sector noroeste, un muro con pavimento de cal y unas paredes en el sud. La segunda fase data del siglo xii; la constituyen las diferentes dependencias que se construyeron alrededor de la torre, como un patio cuadrangular de 9,30 por 10 m de superficie, un desagüe y una nueva estancia. En la tercera fase, unas décadas después, se dio la forma final al castillo que conocemos hoy día. Se amuralló el recinto central, dejando un espacio entre el patio y la muralla donde se construyeron seis habitaciones más. El análisis de los materiales arqueológicos encontrados permite afirmar que el castillo debió ser abandonado hacia mediados del siglo xiii.
En realidad, gran parte del antiguo recinto castral se esconde bajo la capilla de Sant Jordi, edificada en 1450. Se trata de un sencillo edificio gótico de planta cuadrangular, que en el siglo xix fue reconvertido en una torre de telegrafía óptica; se le añadió una una terraza en la parte superior, y se fortificó de manera más segura.
Texto y foto: Marina García Carbonell
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1967-1979, III, pp. 410-415; Catalunya Romànica, 1984-1998, V, p. 310.