LA COMA I LA PEDRA

Iglesia de Sant Andreu del Pujol del Racó (o de Mosoll)

La iglesia de Sant Andreu del Pujol del Racó se encuentra al pie del camino, aunque medio escondida entre la abundante vegetación que crece en torno al río Mosoll, topónimo con el que se conoce también el templo. Se accede al lugar desde Sant Llorenç de Morunys por la carretera LV-4012 en sentido norte, desde la que, en el lugar conocido como Insoles, hay que desviarse a la derecha. En este punto surge una pista forestal que, tras unos 5,6 km de ascensión llega al Pujol del Racó.

Sant Andreu del Racó figura en la relación de bienes del monasterio de Sant Llorenç de Morunys de 1050, y se mantuvo bajo la custodia de esta comunidad –que fue priorato de Tavèrnoles– durante siglos.

La ruina del conjunto denota su desuso desde hace décadas. Aún así, la parte conservada, amén de algunas descripciones antiguas, permite la descripción del conjunto. Se trata de una iglesia de una sola nave y cabecera compuesta por un ábside rectangular, ligeramente más estrecho y de menor altura que la nave. Un arco preabsidal, del que sólo se conserva parte de las pilastras, debía de delimitar ambos espacios. En la del lado septentrional puede apreciarse todavía la imposta biselada. Es probable, como indica Manuel Riu, que en el muro oriental del ábside se abriera una ventana, ahora tapiada, invisible en el interior. Por el contrario, se hace evidente la ventana de doble derrame y de arco de medio punto de la fachada occidental, también tapiada. Como es habitual, en el muro sur se dispone otra ventana, también de doble derrame. A pesar de las grietas, parece que era coronada por un arco de medio punto monolítico, como también lo eran sus laterales. Justo al lado se encuentra la puerta, compuesta por un arco de medio punto adovelado. Entre ambas aberturas, un contrafuerte –seguramente de fecha posterior– pretendía contribuir, sin demasiado éxito, a la estabilidad del edificio. Aunque en el exterior la vegetación impide apreciar la parte occidental del muro meridional, una observación atenta desde el interior sugiere la posibilidad de la existencia de otra ventana.

En el interior del edificio, además de la vegetación que entorpece la visión de los vestigios, se encuentran restos de lo que fue la bóveda. De ella, sólo se ve el arranque en parte de los muros laterales. Según la descripción de Riu, que la pudo ver hacia 1950, la bóveda era ligeramente apuntada. En el muro septentrional, muy deteriorado, se abrían un par de arcosolios, de los que únicamente uno de ellos es bien visible. En el muro oriental se dispone una hornacina, probablemente abierta con posterioridad. La fachada oeste está coronada por un campanario de espadaña. El aparejo está compuesto por  sillarejo de distintas dimensiones dispuesto en hiladas horizontales.

Alrededor de la iglesia se hallaron unas sepulturas características de los siglos xi y xii, datación que concuerda con la documentación y las características de la construcción. Teniendo en cuenta la morfología del templo parece atinado situar su construcción bien entrado el siglo xii.

Texto y fotos: Montserrat Barniol López

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XIII, p. 104; Riu i Riu, M., 1981a, pp. 205-206 y 235-239; Riu i Riu, M., 1982, pp. 167-168; Riu i Riu, M., 1996-1997, pp. 335-378; Riu i Riu, M., pp. 260-262, Sitjes i Molins, X., 1977, p. 184; Sitjes i Molins, X, 1986, p. 20; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1979, pp. 201-202.