Castillo de Talteüll

Al núcleo de Talteüll, que se asienta en la falda de una pequeña elevación en la margen derecha del río Llobregós, se accede desde Guissona por la carretera C-451 en sentido noreste.

Durante les campañas de conquista y repoblación acometidas por los condes y obispos de Urgell a inicios del siglo xi, se construyó un castillo en torno al cual se desarrolló un pequeño asentamiento. Situado en tierra de frontera, su estructura se adaptó a las características que definen una villa amurallada, donde la parte más alta está ocupada por un castillo o casa fuerte. La primera mención de la que popularmente se conoce como “la torre del moros” de Talteüll se remonta a 1024, en un documento que recoge los dominios pertenecientes al término de Guissona. Hasta inicios del siglo xiii estuvo en manos de los condes de Urgell, pero a partir de este momento, y debido a los constantes enfrentamientos internos de la casa condal, el rey Jaime I lo cedió a Galceran de Pinós.

Prácticamente nada ha llegado hasta nuestros días de esta fortificación, excepto la parte inferior de la torre norte. Se trata de construcción de planta circular de la que se conserva una altura aproximada de unos 5 m. El aparejo está formado por sillares regulares, bien tallados y unidos con argamasa, y dispuestos en hiladas regulares. Accediendo a un pequeño huerto situado al Este, se puede observar la cara interior de los paramentos, formados por piedras de dimensiones muy irregulares unidas con abundante mortero. En la parte norte, un muro en talud se adapta a la pendiente del terreno.

Texto Cristina Tarradellas Coromias

Bibliografía

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