MASSOTERES

Massoteres es un municipio que se encuentra en el sector nororiental de la zona conocida como la plana de Guissona, población de la que dista poco más de 2 km. Los campos de secano y las suaves ondulaciones del terreno dominan un paisaje que hasta hace no pocos años estaba poblado por numerosas masías. Al igual que la gran mayoría de poblaciones de la zona, Massoteres era un recinto amurallado formado por las mismas casas del pueblo en torno a una casa fuerte o castillo. Durante la Edad Media, Massoteres dependía eclesiásticamente de la iglesia de Sant Pere de Talteüll y administrativamente del castillo que había en dicha población. El perímetro de la Massoteres medieval ha quedado fosilizado por las calles de les Valls y de la Font, por la plaza del Parc y la carretera comarcal. Al lado de la iglesia de Sant Salvador hay un portal medieval, que es el único acceso al interior de la población. Está formado por tres arcos sucesivos, dos de ellos de medio punto y un tercero apuntado que es visible una vez se ha entrado en la villa. El núcleo urbano se articula en torno a la calle Principal que, como si del camino de ronda se tratara, da la vuelta a la población. La parte más alta está ocupada per una gran plaza presidida per una casa fuerte. Otras calles más estrechas, entre ellas la calle Major, que es donde se encuentra la puerta de entrada a la iglesia, acaban de configurar el entramado urbano.  

Texto: CTC

Iglesia de Sant Simeó de Massoteres

Aunque las primeras referencias al núcleo de Massoteres se remontan a 1040, no se conserva documentación sobre los orígenes de la iglesia dedicada a san Simeón ‒advocación poco habitual en Cataluña‒, si bien se supone que su construcción debió de ser contemporánea a la creación de este pequeño núcleo y que en algún momento pasó a desarrollar las funciones de parroquia del mismo. Se trata de un pequeño edificio ‒situado en el antiguo cementerio de la población‒, que se ha datado en el siglo xi, del que se conservan el ábside y parte del muro meridional, pues el muro norte y el sector occidental del edificio es el resultado una restauración. Su ábside es semicircular y está cubierto con una bóveda de cuarto de esfera. Su única nave estaba cubierta con una bóveda de cañón, de la que se conserva el arranque en el muro meridional. Un arco absidal permite la transición entre estos dos espacios de diferente anchura. El paramento exterior del ábside cuenta con dos lesenas que determinan tres entrepaños, que se coronan con dos arquillos ciegos el meridional, cuatro el central y tres el septentrional, todos ellos apoyados en pequeñas ménsulas triangulares. En el centro de la cabecera flanqueada por dos mechinales, se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto extradosado por unas losas a modo de chambrana. En el tramo oriental del lienzo sur se halla un vano rectangular de factura posterior. La puerta se encontraba en la fachada occidental. El aparejo utilizado está compuesto por sillarejo de tamaño mediano bien dispuesto en hiladas más o menos horizontales. En el paramento absidal, el material es más regular en la mitad inferior que en la superior.

Texto: Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Cristina Tarradellas Coromías

Bibliografía

Catalunya Romànica, 1984-1998, XXIV, p. 418; Diví López, M. del C. et alii, 2007, pp. 58-59; Garganté Llanes, M., 2004b.