Castillo de Mont-ros

En la cima de una pequeña colina se hallan los restos del antiguo castillo de Mont-ros,  único pueblo deshabitado del municipio de Sant Ramon de Portell. Se accede a él desde Gospí por la carretera LV-3121, desde la que, pocos metros antes de llegar a Sant Ramon, se ha de coger un desvío a mano izquierda que lleva a una pista de tierra por la que hay que transitar unos 2 km hasta llegar al núcleo de Mont-ros.

La primera referencia documental de este lugar se remonta a 1079, cuando es citado en el acta testamentaria de Ramon Miró, sobrino de Bonfill Sanç de Llobera. Posteriormente, en 1098, el término era mencionado como una afrontación del castillo de Portell, en una donación a la iglesia de Sant Cugat de Portell. Durante el siglo xii el linaje de los Mont-ros desempeñó la castellanía en el lugar.

El castillo de Mont-ros, camuflado entre la espesa vegetación y las ruinas de las viviendas de la antigua población, presenta un lamentable estado de conservación. Los únicos vestigios que han perdurado son el foso, excavado en la roca natural, y la mitad septentrional de una torre de planta cilíndrica. Hasta una altura de 2 m, el aparejo exterior se caracteriza por la utilización de sillares alargados y bien escuadrados, dispuestos en hiladas no uniformes. En el muro norte se conservan seis saeteras, colocadas a una misma altura. Como resultado del paulatino proceso de degradación de los paramentos y la consecuente acumulación de escombros, la puerta, cuyos montantes se hallan en la zona suroeste, queda en la actualidad a nivel del suelo, pero inicialmente debía de estar, como suele ser habitual en este tipo de construcciones, a una altura de unos 4 ó 5 m.

Interiormente, en el lienzo norte se puede apreciar la utilización de dos tipos diferenciados de aparejo. Uno formado por sillares de gran tamaño y forma irregular unidos con mortero y otro, con piedras más pequeñas, también de forma irregular, pero ligadas con argamasa.

El castillo de Mont-ros, tanto por la tipología del aparejo utilizado como por la concepción de su estructura circular, se considera como una construcción del siglo xi. Seguramente fue concebido para servir de vigilancia y custodia de las zonas peligrosas de frontera, así como para garantizar el avance condal. Llegó a formar parte de una red de fortalezas destinadas a defender un espacio poblado y un territorio de marca, como otras de la zona (Alta-riba, Mejanell o Portell).

Texto y fotos: Helena Soler Castán

Bibliografía

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