Sant Llorenç de Campdevànol
Iglesia de Sant Llorenç
La iglesia de Sant Llorenç de Campdevànol está erigida en el valle del rio Merdàs, en un terreno ligeramente elevado de su orilla izquierda. Para encontrar su ubicación, se debe recorrer la carretera GI-401 que va de Campdevànol a Gombrèn durante unos 4 km, y al llegar a los alrededores del manso la Riera, se distingue fácilmente el templo a mano izquierda.
Sant Llorenç fue la segunda parroquia que se estableció en la demarcación de Campdevànol, llegando a tener, hasta inicios del siglo xx, un núcleo de población bastante importante en sus alrededores. Su nombre se documenta por primera vez en el año 1075, constando en las listas de la diócesis de Vic como Sto. Laurencio de Camp davane o Campodavano. El templo estuvo, desde mucho tiempo atrás, bajo el poder del monasterio de Santa Maria de Ripoll, como se puede deducir de un breve papal del año 1260, firmado por Alejandro IV, que confirma dicha posesión. Sin embargo, todavía sería motivo de disputa con la diócesis de Vic hasta el año 1367, cuando su dominio quedó consolidado gracias a la venta que ejerció el rey Pedro el Ceremonioso a favor del monasterio. Las necesidades del culto provocaron que la iglesia románica fuese reformada entre los años 1671 y 1674, momento en el que se le añadieron tres capillas y una sacristía, mientras conservaban parte del campanario y algunos de sus muros. En el año 1868 se le anexionó como sufragánea la iglesia de Sant Quintí de Puig-rodón, que perdió la parroquialidad debido al progresivo despoblamiento de su entorno.
Ya en el siglo xx, durante la Guerra Civil el templo fue incendiado por las fuerzas republicanas y reutilizado como depósito de armamento, lo que propició su posterior destrucción por las tropas franquistas. Actualmente se encuentra en buen estado gracias a la restauración llevada a cabo por la familia Capdevila, que se ocupa de su mantenimiento desde el año 1990, cuando el obispado de Vic le concedió una donación condicional. En dicha restauración se respetaron aquellas partes que aun se conservaban del templo antiguo, utilizando materiales diferenciados para construir de nuevo los elementos dañados o perdidos. Recientemente se han descubierto los restos de una antigua edificación prerrománica sobre la que se construyó el edificio románico de Sant Llorenç, que en época moderna fue utilizada como cripta para enterrar a los rectores de la iglesia y en la que todavía se puede apreciar la ubicación del antiguo altar. Los restos de este templo primitivo se pueden observar gracias a una reciente restauración, que ha dispuesto paneles de vidrio en el suelo.
El templo tiene una planta de nave única, con la entrada en la fachada sur y presentando, en su cara norte, un notable campanario de planta cuadrada. Con una altura de dos pisos, dicho campanario es uno de los elementos más destacables del templo, con una decoración basada en frisos de arcuaciones ciegas y lesenas, típica del primer románico meridional. Cada piso se encuentra separado por un friso de arcuaciones ciegas y en cada cara del campanario se abren dos ventanas sencillas, una por cada piso, siendo la más elevada de mayor anchura. El aparejo es a base de sillarejo muy regular y bien pulidos. Todo ello indica que, junto con la parte inferior del muro sur (de características similares), el campanario es uno de los pocos elementos que se conservan de la iglesia románica, pudiendo datarse su construcción en el siglo xi.
En el interior de la iglesia también se conservan diferentes dovelas que se encontraban diseminadas en los alrededores de la iglesia y que pertenecían al desaparecido arco de medio punto de la primitiva portada. La nave está cubierta con una bóveda apuntada y, en su cabecera, el templo cuenta con un ábside recto en el cual se pueden observar algunos restos de pintura mural, en los que se aprecian motivos geométricos. Por el aparejo tanto de las capillas laterales como del ábside recto y de la bóveda, todos estos elementos deben fecharse en época moderna, fruto de las distintas reformas que tuvieron lugar durante el siglo xvii.
Incensario
Procedente de Sant Llorenç, en el Museo Episcopal de Vic se conserva un incensario románico de cobre esmaltado, catalogado con el número de inventario 184. Se trata de un incensario móvil que se sujetaba en suspensión, como puede deducirse de las anillas para cadenas que conservan en la zona donde se unen la base y la cubierta superior.
Perteneciente a los fondos del MEV desde su inauguración (1891), esta interesante pieza del mobiliario litúrgico tiene un tamaño de 11,5 cm de diámetro por 15 cm de alto, y aunque su fondo debía estar decorado originalmente con esmalte champlevé, hoy en día no queda casi nada de esta decoración. La cubierta, rematada en forma de torre, está dividida en varias secciones; en las dos superiores van pequeños arcos de herradura calados, mientras que en la inferior hay una serie de medallones con figuras angélicas, que se alternan con pequeños apliques decorados con un ave (o un reptil). La base semicircular presenta una sencilla decoración vegetal.
El incensario se puede inserir dentro de la tradición de esmaltes de la oeuvre de Limoges, de la que presenta todas las características estilísticas y técnicas habituales. Por la similitud con otros ejemplares, puede estimarse su fabricación durante la primera mitad del siglo xiii.
Texto y fotos: Martí Beltrán González
Bibliografía
Catalunya Romànica, 1984-1998, X, pp. 78-79; Duran-Porta, J., 2015, II, p. 122-123; Morgades i Gili, J., 1893, p. 167.