LA PEQUEÑA IGLESIA PARROQUIAL ocupa el punto más alto, aunque apenas sobresale del caserío, en cuyo extremo oriental se dispone, rodeada de prados y malezas y con una fuerte caída hacia oriente, junto al mismo muro del testero. Nicolás López recoge la noticia transmitida por Argáiz de que “era monasterio en el año mil treinta y tres” y de cómo aún en sus tiempos -allá por la segunda mitad del siglo XVII- se veían ruinas de lo que habían sido las viviendas de los monjes y “sepulcros de algunos siervos de Dios”, aunque para N. López no se ofrece documentación fiable que pueda corroborar la existencia de tal monasterio. El templo actual es un sencillo edificio de planta rectangular, sin cabecera diferenciada en el exterior y con espadaña barroca a los pies, bajo la que se encuentra la portada, protegida por un pórtico, completándose el conjunto con la sacristía, que se adosa al sur. Todo es obra realizada a lo largo de los siglos XVII o XVIII, aunque se reutilizaron algunos elementos románicos, concretamente una serie de canecillos repartidos por distintos paramentos y dos capiteles reubicados en el arco triunfal. Dos de los canecillos se disponen en el muro de la espadaña, inmediatamente encima del tejadillo del pórtico, siendo uno de nacela y mostrando el otro, bastante deteriorado, lo que parecen algunas formas geométricas. Otros siete canes se encuentran soportando el alero de la sacristía, en su lado sur y oeste. Tres de ellos son de chaflán -los situados en el lado oriental-, otros tres de triple nacela -uno de ellos con restos de una bola en el centro-, y otro más de doble nacela. Todos están tallados en arenisca, de forma muy tosca, y representan los tipos más habituales que aparecen en numerosas iglesias del norte de la provincia, especialmente en lo que a dobles o triples nacelas se refiere. En el interior del templo, soportando al moderno arco triunfal, se disponen dos capiteles idénticos, de cestas casi lisas, con los extremos enrollados formando volutas y a cuyo costado se han adosado unas ménsulas propias del momento en que se construyó el edificio actual. Los fustes, monolíticos en ambos casos, también parecen románicos y las hipotéticas basas quedarían ocultas bajo el entarimado. Es posible que estos escasos y pobres elementos hayan sido reutilizados del templo precedente, cuya cronología habría que situar al menos hacia el año 1200.