Castillo de Estorm
SANT ESTEVE DE
Castillo de Estorm
En la parte más alta del pueblo, en el lado septentrional, situado en un punto dominante con bonitas vistas a la Conca de Tremp, se encuentran los restos del antiguo castillo de Estorm. Desde el mismo se contemplan las características de pueblo amurallado que presenta este villaje en la ladera del Montsec. Para llegar al castillo, hay que tomar un sendero desde Estorm y trepar por unas rocas hasta llegar a la llanura donde se conserva, medio derruida, esta torre medieval.
La fortaleza está documentada en 1099, cuando el conde Pere Ramon hizo entrega del término de Estorm a la canónica de Mur. El castillo y su recinto, se extendían por la llanura del cerro y tenían contacto visual con Moror, Llimiana y Sant Martí de les Tombetes.
De los restos conservados, actualmente queda una atalaya semicircular de 12 m de altura, en la que se conserva entero el lado noroeste, y el resto se encuentra en ruinas. El grosor de su muro es de 140 cm y en el nivel inferior tiene un diámetro externo de 4,8 m. Se aprecia el recubrimiento del muro en forma de talud, especialmente en la parte baja, el cual disminuye en los distintos niveles a medida que va subiendo. Los primeros 5 m del lado noroeste corresponden al primer nivel, en el que se encontraba la puerta, hoy desaparecida. El segundo piso, también reforzado por un muro más grueso, se alza 4,5 m por encima de la puerta. Todavía quedan 3 m de lienzo con un grosor de muro más estrecho hasta llegar al ápice de la torre. A la altura del segundo nivel se conservan dos aspilleras con forma de saeteras en el exterior y con arco de medio punto en la parte interna.
El recinto del castillo, se extiende por el lado sur y mantiene todavía restos de su muro perimetral, que rondaba los 80 cm de ancho. Sus medidas aproximadas debían ser de 10 m de largo por 7 m de ancho. En el lado noroeste se identifica un valle esculpido en la roca, construido artificialmente para dificultar el acceso de los enemigos. En cuanto al paramento, el aparejo está formado por sillarejo dispuesto en hiladas uniformes. Por sus características constructivas y su ubicación en este lugar de frontera, parece razonable la datación que se le ha asignado en la primera mitad del siglo xi.
Texto y fotos: Daniel Altisent
Bibliografia
Burón i Llorens, V., 1989, pp. 197-198; Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI-II, p. 1389; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, p. 456; Fité i Llevot, F., 1986, II, p. 965; Fité Llevot, F, 1993, pp. 75-77.