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Vista meridional de Santa Ágata de Capmany

Identificador
17042_02_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.372655, 2.920989
Idioma
Autor
Lorena García Morato
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Santa Àgata de Capmany

Localidad
Capmany
Municipio
Capmany
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Santa Àgata de Capmany

Descripción

CAPMANY

 

El municipio de Capmany está situado al Norte de Figueres, en las primeras estribaciones meridionales de la sierra de les Alberes. Desde esta población se debe seguir la carretera N-II en dirección La Jonquera/Francia durante 11.5 km, y tomar luego el ramal que se abre hacia la carretera GI-602. Esta conduce directamente hasta el pueblo, a unos 3 km.

 

La documentación referente al municipio de Capmany en época románica es prácticamente inexistente. La única noticia que se puede aportar, bastante tardía,  aparece en el Gesta Comitum Barcinonensium, donde se especifica que en el año 1288 el ejercito francés, junto con las fuerzas invasoras del rey Jaime II de Mallorca,  ocuparon, entre otros castillos del Empordà, el de Capmany. Actualmente, dicho castillo se conserva en estado ruinoso.

 

 

Iglesia de Santa Àgata de Capmany

 

La iglesia parroquial de Capmany está situada en la zona sudoeste del recinto amurallado del pueblo; por lo tanto, forma parte de sus fortificaciones medievales. Para llegar a ella debe tomarse la calle Vilamadal, que nace en la carretera GI-602 y conduce directamente hacia la puerta de la muralla, justo al lado de la cual se levanta el templo.

 

La primera noticia que se conoce de la iglesia aparece en un documento de 1246, donde se la considera como parroquia de Campo Magno. Posteriormente es mencionada también en las Rationes Decimarum, ahora como Ecclesia de Capite Magno.

 

Santa Àgata es una construcción de nave única, cubierta por una bóveda de cañón apuntado y con un ábside semicircular cubierto por la tradicional bóveda de cuarto de esfera. En la zona del presbiterio, acotada por un arco presbiterial apuntado, se sitúan dos capillas laterales de planta rectangular, y hay otras dos capillas similares situadas inmediatamente antes de dicho arco; todas fueron construidas con posterioridad a la fábrica románica, probablemente en los siglos xiv o xv. La iglesia está iluminada por tres ventanas de doble derrame: una situada en el muro sur, justo en una de las capillas laterales; otra en la fachada occidental; y la tercera en el eje central del ábside (aunque no visible desde el exterior por el adosamiento de parte de la muralla tardomedieval). En el ángulo nordeste del templo hay una sacristía moderna, del siglo xviii o xix.

 

En la fachada meridional, la iglesia presenta una notable portada construida mediante tres arcos de medio punto en degradación, con un gran dintel y el tímpano abierto, posiblemente por el arrancado del bloque pétreo que lo formaba. Se conservan parte de los herrajes románicos primitivos, reaprovechados en los actuales portones de madera, decorados con estilizados motivos vegetales en forma de tallos y volutas, según el estilo habitual en la zona.

 

En el ábside, por encima de la mencionada ventana de doble derrame, se divisa una franja decorativa de dientes de sierra que en origen discurría bajo la cornisa absidal. Sin embargo, el templo fue sobrealzado con el objetivo de fortificarlo, de modo que el friso se desarrolla hoy a media altura. El aparejo de la fábrica románica, bien conservado, utiliza un sillar de gran tamaño, muy regular, homogéneo y perfectamente alineado, que corresponde a una obra de la segunda mitad del siglo xii, quizás incluso ya del xiii. Por el contrario, los muros de fortificación se levantan a base de pequeñas piedras con gran acumulación de mortero, y está claro que su datación ha de ser tardía, no anterior al siglo xiv.

 

Cabe destacar, por último, el campanario en espadaña que corona el muro occidental de la iglesia, el cual responde a una reconstrucción llevada a cabo hace unos veinte años, durante unas obras generales de remodelación y limpieza del templo. Se previó  entonces eliminar los elementos añadidos en época moderna para dejar únicamente el primitivo campanario románico, pero la historiografía parece estar de acuerdo en que  el resultado de la intervención no se corresponde a la imagen que debió tener la espadaña en origen; destaca la desproporción que se observa en la colocación de la techumbre, aunque la espadaña es igualmente de gran tamaño y con una peculiar estructura de dos pisos.

 

 

 

Texto y fotos: Lorena García Morato

 

 

Bibliografía

 

Badia i Homs, J., 1977-1981, II-A, pp. 83-85; Castells Catalans, Els, 1967-1979, II, pp. 373-375, Catalunya Románica, 1984-1998, IX, pp. 437-440; Custoja i Ripoll, A., 2002, pp. 90-92.