Iglesia de Santa Margarida de Bianya

La iglesia de Santa Margarida de Bianya se encuentra en el pueblo del mismo nombre, situado cerca de Sant Andreu de Socarrats, en la ribera derecha del torrente de Santa Margarita y al pie de la sierra de Sant Miquel del Mont. El acceso se realiza desde la carretera N-260, tomando una pista que sale a mano izquierda en Hostalnou de Bianya; en una bifurcación del camino debe seguirse hacia la derecha, siguiendo las indicaciones.

La iglesia de Santa Margarida fue donada por el conde Guifré de Besalú al monasterio de Santa Maria de Riudaura, según consta en el acta de consagración de dicho cenobio fechada en el año 858. No obstante, este documento ha generado controversia entre los historiadores, ya que son bastantes los que consideran que podría ser un falso generado a fines del siglo x por los monjes de la abadía languedociana de Lagrasse, con el fin de justificar sus reivindicaciones y derechos sobre la casa de Riudaura. A pesar de ello, parece claro que a mediados del siglo ix la iglesia de Santa Margarida ya existía.

En el año 954, la condesa Riquila hizo donación a Santa Maria de Lagrasse de un alodio en Riudaura que comprendía, entre otras iglesias, la de Santa Margarida de Bianya. En 1038, Ingilberga, hija de Ermemir de Basora, hizo donación al abad de Sant Benet de Bages de otro alodio que poseía en la parroquia de Santa Margarida de Bianya. En el acta de consagración de la vecina iglesia de Sant Andreu de Socarrats, del año 1117, se hace referencia a los límites territoriales de esta parroquia, lindantes ad occiduo in illa Sanctae Margaritae de Bianna. El cementerio de la iglesia aparece documentado en 1137, cuando el presbítero Guillem manifestó la voluntad ser enterrado en él.

Santa Magarida de Bianya estaba sometida jurisdiccionalmente al priorato de Sant Joan les Fonts: en 1257 el prior Bertran concedió a Bernat de Socarrats la bailía miles condam habebat in tota parrochia Sanctae Margaritae de Biania; en 1263 el mismo prior le acusó de apropiarse indebidamente de las rentas del monasterio. El monasterio de Sant Benet de Bages también tuvo posesiones en la parroquia, según se desprende del litigio que mantuvieron en el año 1280 el abad de este monasterio y el prior de Sant Joan les Fonts por la propiedad del mas Molera, situado en la parroquia de Biania. En 1296, el prior de Les Fonts, con el consentimiento de los clérigos del monasterio, vendió a Huguet Pujol y su mujer Elisendis todos los honores y posesiones que tenía en la parroquia de Santa Margarita de Bianya. La iglesia de Santa Margarida aparece citada en las Rationes Decimarum de los años 1279 y 1280.

El templo quedó prácticamente destruido por los terremotos del 15 de marzo de 1427 y del 2 de febrero de 1428. Las visitas pastorales efectuadas en el año 1432 informan que el edificio estaba dirutam in sua majori parte, y que fue necesario levantar una barraca durante el tiempo que duraron las obras, bastante avanzadas ya por aquellas fechas.

El templo parroquial de Santa Margarita de Bianya es una construcción de origen románico, levantada seguramente a inicios del siglo xii, aunque su estructura se ha visto muy modificada por las reformas llevadas a cabo durante los siglos xviii y xix. Originariamente estaba formada por una nave central cubierta con bóveda de cañón reforzada con arcos fajones (aunque algunos historiadores defienden, parece que con poco fundamento, la existencia de tres naves). La bóveda apuntada actual se construyó después de los terremotos del siglo xv. La cabecera original constaba de un ábside semicircular monumentalizado con un arco triunfal apoyado sobre pilastras y flanqueado por dos absidiolas laterales. En el siglo xviii se destruyó la absidiola sur y se construyó la actual sacristía y, a mediados del xix, se levantó un altar que inutilizó la absidiola norte. El ábside central conserva los tres vanos abocinados y la decoración que resigue la parte superior del muro, constituida por un friso y una cornisa sostenidos por ménsulas, algunas de las cuales presentan decoración geométrica esculpida.

La puerta de acceso al templo estaba situada originariamente en el muro meridional, hasta que en 1855, se tapió. El acceso actual se sitúa en la fachada oeste. La rosca enrasada con el paño de muro y la pulcritud de su encaje revela que está in situ y que era de proporciones notables. El vano, sin embargo, fue menguado con una puerta de estilo neoclásico y torpe acomodo. Por encima hay un óculo moderno, y luego una torre prismática de doble ventana en cada lado, que parece antigua en parte y moderna en el resto de su proyección, amén de venir cuajada de sillares repuestos.

Texto y fotos: Luisa Amenós Martínez

Bibliografía

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