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Vista general de Sant Miquel de Peramola

Identificador
25165_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.057321, 1.267540
Idioma
Autor
Roser Gort Riera
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Sant Miquel de Peramola

Localidad
Peramola
Municipio
Peramola
Provincia
Lleida
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Sant Miquel de Peramola

Descripción

PERAMOLA

 

El topónimo de Peramola, municipio que se encuentra al sur de la comarca, en el límite con la Noguera, probablemente hace referencia a la alta mole de piedra de la emblemática montaña de Sant Honorat, que se alza detrás de la población. A Peramola se puede acceder por carretera C-14 en dirección a La Seu d'Urgell y, una vez pasado Oliana y después de cruzar el puente del Segre, antes del pantano de Oliana, hay que desviarse para coger la carretera LV-5118. En 1026, Petram Molam estaba bajo el control de Arnau Mir de Tost, quien en su testamento de 1071 legó el castillo de Peramola a su nieto Guerau Ponç II de Cabrera. Más adelante aparece en documentos de los años 1088 y 1095 figurando como límite del castillo de Gavarra. A finales del siglo xi, el conde de Urgell, Ermengol IV, entregó a Bernat de Peramola los castillos de Auliana (Oliana) y Peramola por la ayuda recibida durante la lucha contra los sarracenos en el valle del Segre. El castillo de Peramola fue la sede de la baronía de Peramola, jurisdicción señorial que básicamente coincidía con los límites municipales actuales, pues comprendía los lugares de Tragó, Cortiuda, Castell-llebre y Nuncarga. La baronía perteneció a los Peramola hasta el siglo xv. Extinguida la señoría jurisdiccional, la fortaleza pasó a ser la sede del Centro Agrícola Mutualista en 1913 y fue utilizado durante y después de la Guerra Civil por varios comités. Posteriormente, fue habilitado como casa parroquial y actualmente es una copropiedad. Los restos del antiguo castillo de los barones de Peramola, se sitúan en la parte alta del núcleo urbano, en diferentes edificios de la calle Cap de Carrer: en uno conocido como el Casino, en el denominado el Castell y el que queda entre ambos. En junio de 2011 se realizaron unos estudios arqueológicos en el edificio los cuales permitieron situar la fase fundacional del siglo xi. Restaban una pequeña habitación cubierta con bóveda de cañón, que se encuentra en el sector norte del conjunto, así como la parte baja del muro de entrada principal al inmueble y un pequeñísimo trozo de muralla localizado en el sector norte, integrado en un muro de contención de un terraplén. También conserva en la fachada unas pocas hiladas de piedras dispuestas regularmente. En el edificio del Casino aún se conservan dependencias del castillo, entre ellas la capilla de la Inmaculada que ocupaba la nave más grande de las tres que conforman el conjunto, todas con bóveda de cañón.

 

En las afueras de Peramola, en la partida de les Vilacanes, en medio de un campo cultivado, se alza la torre conocida popularmente como Torre dels Moros, mandada construir en el siglo xvi por el conde Miquel de Pinós como torre de vigía y defensa, subsidiaria del castillo de Peramola.

 

Por la pista que lleva al pueblo de Cortiuda se llega a la casa del Torrent, y en unos campos cercanos se pueden encontrar las ruinas de la capilla románica de Santaeugínia, entre las que se puede distinguir algunas hiladas de piedras cuyo perímetro semicircular parece esbozar un ábside. Mientras que en el barranco de les Caubes se encontraban los vestigios, actualmente desaparecidos, del puente románico de la Mala Muller que debía su nombre a una leyenda, y que fue construido a finales del siglo xii o principios del xiii.

Iglesia de Sant Miquel de Peramola

La antigua iglesia de Sant Miquel, hoy en día es la capilla del cementerio, está ubicada en las afueras del núcleo urbano, a levante de la población. Fue la primera iglesia construida en Peramola. Cuando se levantó la actual iglesia parroquial de Sant Miquel Arcàngel hacia mediados del siglo xiv, se puso bajo la advocación de la Virgen de los Ángeles, sin embargo, el pueblo jamás hizo suyo este nombre y siempre la ha llamado capilla de Sant Miquel.

 

No se conservan noticias de época medieval. En la visita pastoral de 1575 se hace mención al mal estado de les cubiertas. La capilla se encuentra en buen estado de conservación, pues su restauración se llevó a cabo en los años setenta del siglo xx.

 

Se trata de un edificio de una sola nave, muy corta y cubierta con bóveda de cañón, y un ábside semicircular ‒el único vestigio del siglo xi‒, con la habitual bóveda de cuarto de esfera. En el paramento exterior del ábside, seis lesenas apoyadas en un zócalo determinan cinco entrepaños coronados por sendas parejas de arquillos ciegos. En el entrepaño central se abre una ventana de doble derrame y arco de medio punto. Corona el lienzo absidal una moldura biselada. El aparejo utilizado en la cabecera está compuesto por sillarejo de tamaño desigual, toscamente labrado, dispuesto en hiladas no muy regulares. En las lesenas, los arquillos, la ventana, la moldura superior y en algunas partes del muro se utiliza piedra toba. Algunos mechinales se distribuyen alineados horizontalmente en el paramento absidal. El resto del edificio, es decir, la corta nave, es de época moderna.

 

Entre las cruces que se levantan en el suelo del cementerio se aprecian un par de estelas funerarias decoradas con cruces griegas que pudieran ser de origen medieval.

 

 

Texto: Roser Gort Riera/Juan Antonio Olañeta Molina - Fotos: Roser Gort Riera - Plano: Xavier Cerqueda RIbó

 

Bibliografía

 

Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, pp. 279-280; Espunyes i Esteve, J. y Pasques i Canut, J., 2008, pp. 69-71.