Sant Miquel de Conques
ISONA I LA CONCA DELLÀ
Iglesia de Sant Miquel de Conques
La iglesia de Sant Miquel se halla en el centro del pueblo de Conques, que se levanta al abrigo del castillo ubicado en la cima del cerro homónimo, y al que se llega desde Isona por la carretera C-1412bz tras recorrer escasamente algo más de 3 km. El núcleo tuvo municipio propio hasta el año 1970, momento en que quedó integrado en Isona i la Conca Dellà. La iglesia de Conques podría aparecer citada entre los bienes a favor de la canónica de Santa Maria de Solsona confirmados en una bula de 1097 del papa Urbano II. Hasta el siglo xvi fue sufragánea de la iglesia parroquial de Sant Sadurní, situada en el castillo. Adquirió la categoría de parroquia entre 1582 y 1598.
La iglesia dedicada a san Miguel fue erigida en fechas ya avanzadas del siglo xii y modificada notablemente en época barroca. Consta de una sola nave y de un ábside semicircular, de paramento liso al exterior, perforado por una ventana de doble derrame y arco de medio punto monolítico. En época moderna se recreció la altura del edificio, especialmente en la cabecera, que duplicó su altura, y se construyeron dos capillas adosadas a la nave, dedicadas al Rosario y al Santo Cristo. En los últimos años, el edificio ha sido objeto de diversas campañas de restauración en las que se ha devuelto al ábside su configuración original eliminando la parte recrecida. En el muro sur se distinguen dos puertas cegadas, ambas con arco de medio punto, que en la más occidental ésta compuesto por una sola pieza monolítica. La puerta más oriental, algo más estrecha, se sitúa bajo un arco de descarga. Ambas daban acceso al antiguo cementerio, hoy integrado como pequeña plazuela en medio del pueblo. Una imposta que recorre horizontalmente la parte superior de este paramento marca la altura en la que originalmente se encontraba la cornisa.
Por lo general el aparejo está compuesto por sillares grandes, bien escuadrados y dispuestos en hiladas uniformes. No obstante, se aprecian algunas zonas en las que se producen cambios en el material utilizado. Así, en el exterior del ábside, la parte de paramento situado por debajo de la ventana está realizado con unos sillares alargados y bastante planos, que contrastan con los de mayor tamaño de la mitad superior. De la misma manera, las hiladas inferiores de los muros laterales y de la fachada oeste están compuestas por unos sillares sustancialmente menores que los utilizados en el resto de hiladas de estos paramentos.
Se accede al templo mediante una puerta abierta en la fachada oeste, resuelta en arco de medio punto que arranca de una moldura en forma de caveto. Está enmarcada por una arquivolta en degradación, con dovelas rematadas por un guardapolvo. Sobre la portada se conserva una ventana alargada con arco de medio punto. El frontispicio es coronado por un campanario de espadaña de doble ojo, el cual es un añadido posterior, pues, entre él y la ventana, se aprecian los vestigios de la espadaña anterior, situada a menor altura, y que fue cegada cuando se recreció el templo. En el interior, totalmente enlucido y decorado con pinturas barrocas, apenas se aprecian los vestigios de la fábrica románica. En la parte inferior del ábside se pueden observar las losas correspondientes al edificio primitivo.
Virgen con Niño
En el interior del templo se custodia la talla de una Virgen con Niño procedente de la ermita de Esplugues. María aparece sentada en un trono de composición muy simple, formado por dos columnas de igual altura a ambos lados. Viste túnica, sobretúnica y manto, que ha sido notablemente modificado. Los brazos, mutilados, estaban colocados en ángulo recto y no llegaban a tocar al niño Jesús. Éste bendice con el brazo derecho mientras sostiene con el otro el libro de las Escrituras. Con este gesto, la Virgen hace ofrecimiento del Señor a los hombres, convirtiéndolo en la figura más importante de la talla. La frontalidad y la simetría de la imagen nos remiten al modelo de la Virgen theotokos bizantina. Las características descritas llevan a proponer una fecha tardía para la talla, posiblemente realizada en el siglo xiii.
Texto y fotos: Daniel Altisent
Bibliografía
Bellmunt i Figueres, J., 1997-2000, I, pp. 33-35; Bertrán Cuders, J., 2007, pp. 63-65; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 401-402; Fité i Llevot, F. y González i Montardit, E., 2010, p. 185; Roca i Bastida, F., 1989, pp. 50-55; Vidal Sanvicens, M. y Vilaseca López, M., 1994, pp. 314-317.