ARRES DE JOS

Iglesia de Sant Fabian (y Sant Sebastian) de Arres de Jos

La iglesia de Sant Fabian se encuentra en el extremo oriental de Arres de Jos, la parte del municipio más próxima a la carretera que conduce a Vilamòs. Antigua parroquia, en ella solamente se celebra culto el día de sus patrones, san Sebastián y san Fabián.

A pocos metros al Oeste de esta iglesia se hallaba otra, también románica, conocida como la antigua iglesia de Sant Joan de Arres de Jos, de la que hay constancia de su existencia gracias a fotografías de principios del siglo xx, que muestran el estado ruinoso del edificio, de la que solamente se distingue una espadaña, al Oeste, con dos óculos. Estaba situada en una explanada a la entrada del pueblo, lugar que corresponde el primer tramo de la carretera, cuya construcción fue la causa definitiva de su desaparición.

Sant Fabian es un modesto templo de pequeñas dimensiones, de 4,60 m de ancho y 8 m de largo. De planta formada por una sola nave rectangular, de muros ligeramente convergentes, y un ábside semicircular, precedido por un desarrollado espacio presbiterial sobreelevado. No se ha conservado la cubierta original de la nave, reemplazada, en época desconocida, por una falsa bóveda de cañón, formada a partir de un entramado de madera abovedado, recubierto con yeso. La falsa techumbre precede a las cubiertas originales pétreas del presbiterio, que prolonga la bóveda de cañón, y la zona absidial, cubierta con cuarto de esfera.

El paramento exterior del ábside, presenta dos zonas claramente diferenciadas. La parte superior, realizada con tosca mampostería, es el resultado de una reforma en la que sobrealzó la cabecera. Por debajo de la misma, se encuentra el ábside original, cuyo paramento realizado con alargado sillarejo de tamaño mediano dispuesto en hiladas uniformes, se halla coronado por un friso de arquillos ciegos que enmarcan sendos semicírculos monolíticos y que se apoyan en pequeñas ménsulas de caveto. Por encima discurren un friso de dientes de sierra y una imposta, también con moldura en caveto. Todos estos elementos ornamentales están realizados en piedra toba. Cuenta el ábside con dos ventanas, una en el centro, de doble derrame y arco de medio punto, y otra en el lado sur, rectangular y añadida en una reforma moderna. Se observan evidentes con Sant Joan de Arròs, tanto en su planta, como en los mismos elementos decorativos del ábside.

En el muro sur quedan claramente marcadas la zona del presbiterio, en la que se halla una ventana moderna rectangular y la de la nave, separadas ambas por un retranqueo. En esta segunda se abre la sencilla portada, de arco de medio punto. Este lienzo presenta un aparejo muy dispar en tamaño, forma y color, fruto de varias remodelaciones. Al igual que en la cabecera, la parte superior, realizada en mampostería, es consecuencia del sobrealzado del templo. El muro correspondiente al presbiterio está realizado con un sillarejo bastante uniforme, muy similar utilizado en la parte románica del ábside. Sin embargo, en el de la nave se mezclan grandes sillares, algunos alargados, otros casi cuadrados, con una amplia variedad de sillarejos.

En la fachada occidental también se aprecia tan acusada disparidad de materiales. Una de sus piezas es un frontal de urna cineraria tardorromana con relieve de talla en reserva, similar a los que se encuentran reutilizados en otras iglesias. Se trata de un bloque de mármol de 89 cm de altura, 43 cm de ancho y 10 cm de grosor y elevado a unos 3 m del suelo, con un vano central que funciona como decoración de un ventanal. En la pieza, dispuesta horizontalmente, se representan tres bustos con los cuerpos unidos, siendo el personaje central más alto y de hombros más estrechos. Se les representa bajo un arco de medio punto apoyado en estrechas columnas, custodiadas por motivos geométricos en zigzag.

En el interior, que se halla rebozado con cal, por lo que resultan prácticamente inapreciables los paramentos, se halla otro fragmento de mármol de la misma época que el anterior, en este caso reutilizado como parte de un banco de piedra, adosado al muro meridional. Probablemente perteneciese a una antigua ara de altar votiva, sin decoración aparente.

La cronología de la iglesia se ha establecido en el siglo xii, en base a los elementos ornamentales del ábside.

Actualmente, el estado de conservación de los paramentos exteriores es bueno, mientras que el interior se ve alterado por los efectos humedad, apreciable sobre todo en la parte del entramado de la cubierta y en zonas más bajas, afectadas por la capilaridad.

Textos y fotos: Carla Del Valle - Planos: Juli Pascual Besolí

Bibliografía

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