Castell de Toralla
conca de dalt
Castillo de Toralla
Para llegar a este castillo, que ocupa el punto con mejor visibilidad de la loma donde se encarama, al levante de Toralla, desde la Pobla de Segur se debe ir por la nacional N-260 en dirección a Senterada y tras 5 km tomar la salida a la izquierda que lleva hasta el pueblo. La segunda calle a la izquierda encamina hacia el risco que se ha de salvar rodeándolo por la parte norte.
Esta fortificación existía ya con anterioridad a 840, cuando aparece como referencia para delimitar la villa Cenzobi, situada inter castros Turalia et Salasse. La siguiente cita del castro de Toralia se remonta a 994. En 1057, Artau I de Pallars Sobirà otorga a su mujer el fuerte bajo la jurisdicción de los condes de Barcelona, no obstante, durante la segunda mitad del siglo xi se utiliza como permuta entre Artau I y su primo Ramon V de Pallars Jussà a quien finalmente le es cedido en 1094 por Artau II. A lo largo de los siglos xii y xiii destaca el papel de la familia Toralla en este señorío de su propiedad.
De lo que fue el conjunto, actualmente se conserva una torre de base circular con un diámetro de unos 8 m y una altura de unos 5 m, aunque originalmente era más alta. Ha perdido la cara norte y el remate de la torre. En la base, el aparejo no es muy grande, de unos 25 x 10 cm, de piedra calcárea amarillenta, dispuesta en hiladas. Una fila de piedras de conglomerado muy poco trabajadas, planas y alargadas rodea la estructura y marcan la diferencia de un segundo nivel a 1,5 m del suelo, donde se utiliza un aparejo diferente compuesto de conglomerado más tosco, menos trabajado y más irregular que en la parte inferior, con alguna piedra calcárea. El relleno interior está formado por un aglutinado de piedras pequeñas, cal y arena. Se desconoce si tendría vanos o si la puerta de acceso se encontraba en la desaparecida parte norte. Un pequeño muro de 6 x 1,20 m de sillarejo, situado al Suroeste de la torre, indica que ésta no era exenta. Seguramente dicho elemento cerraría el paso por el lado Suroeste, único punto de acceso al interior. Al Oeste de la explanada hay un pequeño aljibe o pozo cilíndrico, construido con piedras irregulares, ligadas con argamasa. La construcción es de claro carácter defensivo, un castillo feudal que serviría a los Toralla para mantener el control de sus posesiones desde un lugar de difícil acceso y muy buena visibilidad. En cuanto a la cronología, el poco labrado y la leve irregularidad de las piedras sitúan los restos entre finales del siglo x y principios del siglo xi.
Texto y fotos: Raquel Cardona Segura
Bibliografía
Castells Catalans, Els, 1967-1979, VI, pp. 1396-1399; Catalunya Romànica, 1984-1998, XV, pp. 435-436.