EL TEMPLO SE SITÚA en las inmediaciones del pueblo, es de regulares proporciones, de una sola nave unida a una cabecera cuadrangular. Está construido con calizas de la zona, predominando la mampostería en la cabecera y los grandes sillares prerrománicos en los muros de la nave. Se observan varias fases constructivas, dos de las cuales corresponden a época visigoda. La primera, de finales del siglo VI, se realiza sobre una construcción tardorromana, conservándose de este período visigodo la morfología espacial que remarcan los muros construidos por entonces. De esta época son las cuatro ventanas de medio punto que simétricamente se sitúan en el muro meridional, así como otra de iguales características que se encuentra en el paramento occidental. Otras evidencias observadas nos aclaran la situación de las dos puertas de acceso que tenía el templo, una en el muro septentrional que aún se intuye, y otra abierta en el muro sur que ha sido reformada en época tardorrománica. De finales del siglo VI es también la tumba que se observa a los pies de la iglesia. Años después, pero todavía en esta fase visigótica, la nave fue recrecida en altura y se realizan cuatro ventanas geminadas sobre el muro sur; disponiendo en sus parteluces capiteles de excelente y cuidado ornato vegetal que hoy se exponen en el interior de la iglesia junto a otros restos de factura romana y altomedieval. En torno a los siglos IX y X, ya en época condal, la iglesia parece que cobra mayor importancia y se erige como centro de culto de estas comarcas serranas. Es entonces cuando se sustituye la antigua cabecera cuadrangular por la actual, de mayores proporciones y mejor iluminación a base de tres aspilleras. En estos momentos se construyen otras dependencias adosadas al muro sur de la nave de las que apenas quedan vestigios. En el exterior de la iglesia llama la atención la cornisa que remata la cabecera, decorada a base de finos motivos vegetales y geométricos. A principios del siglo XIII el templo fue objeto de otra amplia reforma lo que motivó una nueva consagración del edificio por parte del obispo Mauricio en 1224, según consta en sendas inscripciones grabadas en la portada de acceso: CONSECRATA EST ECCL(es)IA: ISTA SAN(c)TE MARIE P(er) MANVM MAVRICII BVRGENSIS EPISCOPI: ALTERA: DIE: POST FESTUM: SAN(c)TI: BRICI: ANNO GRACIE: MCCXXIIII ERA MCCLXII: IN MAIORI ALTARE RECO(n)DITE RELIQIE M(arti)R(um) SAN(c)TI (Christo)FORI La otra está colocada en el salmer izquierdo de la misma puerta: CONSECRA(ta) EST: ECCL(es)IA ERA: MCCLXII Este arco de medio punto tiene como única decoración dos filas de billetes en los cimacios y en la chambrana. Presenta la particularidad de estar montado sobre una puerta precedente de la que sólo quedan las jambas hasta la tercera hilada. Del siglo XIII son también el arco triunfal que da acceso a la cabecera y la mitad inferior de la espadaña donde todavía se observan los primitivos huecos de campanas que fueron cegados cuando se reconstruyó en época barroca. Para finalizar mencionamos la última actuación arquitectónica del año 1994 que, aunque discutible, es definitiva en la consolidación de la iglesia y es en estos momentos cuando se eliminaron las bóvedas de la nave y de la sacristía y se restauró el grupo escultórico del Calvario, todo ello tardogótico. Dentro se expusieron una serie de restos aparecidos o retirados durante la última intervención: capiteles romanos y prerrománicos, estelas románicas, dos pies de altar altomedievales, etc.