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Vista del edificio desde el lado sureste

Identificador
09620_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 14' 46.79'' , - 3º 40' 9.08''
Idioma
Autor
Augustín Gómez Gómez
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Cristóbal

Localidad
Cojóbar
Municipio
Modúbar de la Emparedada
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
EL TEMPLO, ABIERTO AL CULTO y de reducidas dimensiones, se sitúa en un alto y en un extremo del pueblo. La historiografía ha citado esta iglesia para referirse a la pila que cobija en su interior olvidando o definiendo como restos lo que en realidad constituye un magnífico ejemplo de románico rural de finales del siglo XII. El edificio tiene tres fases constructivas claramente diferenciadas, dos corresponden a la fábrica románica (una a la cabecera y otra a la nave) y la tercera a época posmedieval (espadaña y sacristía). El aparejo es de mampostería enfoscada en el ábside y de sillería bien labrada en el resto del templo. La cornisa que recorre el ábside presenta una decoración de entrelazos que se interrumpe cuando se inicia la nave, siendo entonces de nacela. Estas diferencias de aparejo y de cornisa revelan unos planteamientos constructivos distintos, el primero, más modesto, corresponde a la cabecera, y el segundo, más ambicioso, a los muros de la nave y al hastial occidental. Posteriormente se realizaron algunas reformas, como ponen de manifiesto el trazado irregular de la cornisa y la colocación de algunos canecillos del lado de la sacristía que, aunque bien encajados, no responden a los modelos predominantes en el resto del edificio. De igual modo, sobre la ventana moderna abierta en el paño sur se añadieron unos canecillos góticos de cuarto de bocel que sostienen un tramo de cornisa sin decorar. La cabecera de este edificio se levantó sobre un zócalo elevado y saliente sobre el que se asienta el muro. En el eje absidal hay una ventana, hoy cegada, formada por una arquivolta en la que alternan dovelas de ladrillo y de piedra, seguida de otra decorada con un bocel y de una chambrana con billetes. El capitel izquierdo muestra hojas planas re m atadas en piñas y el derecho un entrelazo. Los cimacios se adornan únicamente con una bola en la esquina. Los muros se coronan con una cornisa soportada por una serie de canecillos de formas muy simples (nacelas superpuestas, volutas, toneles y crochets), salvo tres de ellos que muestran motivos figurados (un conejo, un cuadrúpedro y un personaje erguido). En el lado meridional de la nave se abre la portada, ligeramente adelantada respecto a la línea general del muro. Ésta formada por un arco de ingreso liso, seguido de tres arquivoltas con boceles, acompañados de cuatripétalas y puntas de diamante, y una chambrana de nacela. Los dos cimacios interiores, tanto el izquierdo como el derecho, están decorados con semicírculos o semibezantes con un nervio central, recurso que es utilizado también en la ermita de la Virgen del Castillo en Los Ausines. Los capiteles presentan una decoración de palmetas, hexapétalas, hojas verticales con los nervios marcados y crochets. En el interior, la cabecera se cubre con bóveda de horno en el tramo curvo y de cañón en el presbiterio, mientras que la nave lo hace con una cubierta plana de factura moderna. Comunicando ambos espacios se dispone un arco triunfal de medio punto soportado por dos columnas provistas de sus correspondientes cimacios y capiteles. Los primeros se decoran con bolas en las esquinas y círculos tangentes anillados que albergan flores de botón central. El capitel izquierdo muestra dos águilas de alas explayadas y el derecho dos parejas de aves afrontadas acompañadas de una cabeza de león en el centro de la que sale una fina moldura rematada en volutas. Bajo un arcosolio abierto en el muro norte de la nave se halla una pila bautismal románica de 129 cm de diámetro y 92,5 cm de altura. La copa tiene forma semicircular y al interior posee una decoración avenerada. El borde presenta un sogueado y debajo de él una línea de cabezas de clavos. El resto de la copa se ornamenta con diecinueve arcos de medio punto peraltados que se apoyan sobre columnillas en las que se marcan la basa, el fuste y el capitel. Los espacios de las enjutas se decoran con palmetas y con alguna cruz inscrita en círculo. La basa repite la decoración sogueada en su parte superior e inferior, intercalándose dos bandas, una de arquillos con una incisión en las enjutas y por encima una moldura de bocel. Desde el punto de vista tipológico y decorativo se puede relacionar con las pilas de Madrigal del Monte, Mecerreyes, Zalduendo, Tornadijo, Valdorros, Villamayor de los Montes y Mazariegos, fechables todas ellas a finales de siglos XII o comienzos del XIII.