Identificador
09571_02_005
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 58' 1.47'' , - 3º 52' 26.65''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Quintanilla de San Román
Municipio
Valle de Valdebezana
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Claves
Descripción
LA PARROQUIA DE SAN ESTEBAN -que Madoz llama de San Román, como se ha dicho- se encuentra en el extremo oriental del caserío, en contacto con las primeras casas, al borde de la carretera. El continuo crecimiento de las tierras del entono, especialmente al este y norte -por donde discurre la carretera- ha dado lugar a que el edificio esté semienterrado. Es un minúsculo templo en cuya construcción se ha empleado sillería arenisca y mampostería caliza, formado por ábside semicircular, presbiterio recto y una nave con espadaña sobre el hastial de poniente, a la que se accede por una escalera exterior situada bajo un cerrado pórtico, el mismo que cobija a la portada que se abre en la fachada sur. En este mismo costado, junto a la cabecera, se adosa la sacristía. Se conserva prácticamente completo el edificio románico, aunque ha sufrido algunas renovaciones. El pequeño ábside semicircular es de sillería, liso y macizo, con una simple saetera en el testero a cuya base llega prácticamente la actual cota del suelo. Se remata el muro con un alero compuesto por cornisa de nacela sostenida por diez canecillos del mismo perfil, con las aristas biseladas. El presbiterio, igualmente de sillería, se ensancha mediante codillo, con el muro sur cubierto casi completamente por la sacristía, mientras que el norte deja ver su robusta estructura maciza. Ambos lados han perdido el alero original, seguramente cuando una reforma posmedieval recreció el conjunto de la cabecera con un lienzo de mampostería de aproximadamente un metro de altura, que iguala así su cubierta con la de la nave. La nave es de desigual construcción. El muro norte tiene esquinales de sillería, pero gran parte del paramento es de mampostería, si bien en la parte inferior las hiladas son de sillarejo. Su alero tiene cornisa de listel y chaflán, con once canecillos de nacela, también con las aristas achaflanadas, salvo en un caso. En cuanto a la fachada sur de la nave, se halla precedida por el moderno pórtico y la construcción del muro ahora es de buena sillería. Ha perdido la cornisa pero conserva nueve deteriorados canes, de los cuales tres son de nacela y otro con una decoración a base de círculos concéntricos, hallándose el resto rotos. En este lado se abre la portada, centrada y a ras de paramento, formada por un arco apuntado y doblado que apoya en dobles pilastras con impostas de nacela. La fachada occidental obedece a la construcción de la espadaña, con un cuerpo inferior que se adapta al volumen de la nave, con sillares engatillados, y un estrecho cuerpo de campanas con dos troneras de medio punto, rematado por imposta y sobre el que se alza otro cuerpo menor, de remate, flanqueado por bolas. La espadaña es barroca, pero tal vez la base pudiera ser contemporánea del resto de la nave, mostrando un ventanal cuadrangular y otra ventanita de buzón que claramente parecen posteriores al lienzo. En el interior las reducidas dimensiones del templo ponen de relieve la escasa población que tendría el lugar -o mejor dicho, el barrio- en el momento en que se construyó, y el nulo crecimiento que ha experimentado desde aquellos lejanos siglos, puesto que nunca ha sido necesaria una ampliación, más aún, si verdaderamente desapareció la iglesia de San Román de Cuerno, esta otra fue capaz de seguir dando servicio religioso a todo el vecindario. La cabecera es minúscula, con los paramentos de sillería vistos y con la bóveda de horno del hemiciclo y la de cañón del presbiterio, ambas apuntadas, partiendo de imposta corrida de listel y chaflán. El corto presbiterio tiene el muro norte macizo, mientras que en el sur se abre una ventanita compuesta por saetera enmarcada en arco moldurado a base de mediascañas y boceles, sostenido por sendos capiteles de hojas lisas rematadas en palmetas vueltas, con cimacios de bocel y nacela. La puerta de la sacristía destruyó los fustes y las basas mientras que su parte externa queda oculta por el cielo raso de la misma sacristía. El arco triunfal fue sustituido por un arco de medio punto posmedieval, con pilastras del mismo momento. Por lo que respecta a la nave, el muro norte aparece revocado y el sur desnudo, mostrando la sillería; la cubierta, de madera a dos aguas, está oculta por un cielo raso y el pavimento muestra despiece de tumbas con grandes tapas de roble. Al fondo, bajo el coro, se sitúa la pila bautismal, un sencillo vaso hemisférico, liso, de pequeño tamaño y de cronología incierta pero probablemente moderna. La desnudez que hoy presenta el interior se debe, según Huidobro, a los efectos de la Guerra Civil, que provocó la desaparición de mobiliario y ornamentos. De este templo, a pesar de su pequeño tamaño, cabe destacar la fábrica de sillería y la buena ejecución de sus sobrios muros, donde la única concesión decorativa son los capiteles que flanquean en el interior la ventana del presbiterio, un vano que pone en conexión al conjunto con las corrientes góticas, aunque la forma de construir siga todavía dentro de la tradición románica. Así pues creemos que su cronología debe incluirse ya dentro del siglo XIII, quizá hacia los últimos años de su primer cuarto.