Sant Martí de la Plana
COLL DE NARGÓ
Iglesia de Sant Martí de la Plana
En el kilómetro 31 de la carretera L-511, de Coll de Nargó a Isona, se debe tomar una pista, a la derecha que, tras 1,5 km, llega a la iglesia de Sant Martí.
En sendos documentos de 959 y 1080 se menciona una iglesia bajo advocación de san Martín situada en lugares que podrían llevar a pensar que se trata de la Plana o sus proximidades. Sin embargo, tal identificación no es clara y presenta dudas razonables. Al margen de éstas, no se conoce otra documentación de época medieval que haga referencia al templo.
Sant Martí de la Plana es un edificio que constaba originalmente de una nave rectangular, un ábside semicircular y un campanario. Actualmente, está en buena parte derruido, y sólo conserva el campanario, parcialmente el ábside y lo que fue la fachada occidental, dado que en el espacio que estuvo ocupado por la nave se construyó en 1856 otra edificación religiosa, en la que se reaprovechó el frontis y parte del material de la nave. Del único fragmento conservado de los muros de ésta, que incluye un grueso contrafuerte exterior, se deduce que la cubierta original podría haber sido una bóveda de cañón. Esta idea se refuerza por la presencia de la huella semicircular que dejó la bóveda en lo alto de la cara interior de la fachada oeste. El ábside, que de su bóveda de cuarto de esfera sólo ha conservado parte del arranque y que sería ligeramente más estrecho que la nave, presenta dos ventanas de doble derrame y arcos de medio punto, que no están situadas simétricamente respecto al eje central. Su paramento exterior está decorado por cuatro lesenas que determinan cinco entrepaños, coronados por sendas parejas de arquillos ciegos, salvo el central, en el que un solo arco enmarca la ventana.
El campanario, de planta cuadrada y esbelto alzado, está situado a los pies de la iglesia, siguiendo un peculiar modelo, similar al que se encuentra en la cercana Santa Maria de Remolins. En la cara occidental, a media altura, se abre una alargada y estrecha ventana de derrame simple hacia el interior. Por su parte, en las caras este y oeste del cuerpo superior, hay otras dos ventanas similares, la segunda algo más larga que aquélla, mientras que los frentes norte y sur están perforados por sendas parejas de grandes aberturas geminadas con arco de medio punto. En las tres caras de la torre que no están en contacto directo con la fachada, unos mechinales, distribuidos en dos series verticales paralelas, flanquean las ventanas del lado oeste y se detienen bajo las geminadas de los otros dos lados.
Adosados al frente oriental de la torre se conservan los restos de la fachada occidental, la cual cuenta con un hastial a doble vertiente, en el centro del cual se abre una estrecha ventana de arco de medio punto monolítico y jambas realizadas también en una sola pieza.
El aparejo utilizado está compuesto por sillarejo, escasamente labrado y de tamaño diverso, dispuesto en hiladas más o menos uniformes. En las lesenas, parte de los arquillos y en las ventanas del ábside se utiliza la piedra toba. En los dos tercios inferiores de la torre se conserva buena parte del revoque.
Se ha datado la construcción de este edificio en el siglo xi.
Texto: Juan Antonio Olañeta Molina/Fernando Arnó García de la Berrera - Fotos: Fernando Arnó García de la Berrera
Bibliografía
Baraut i Obiols, C., 1978, pp. 150-154; Baraut i Obiols, C., 1979, p. 97; Baraut i Obiols, C., 1980, p. 45; Catalunya Romànica, 1984-1998, VI, p. 194; Tragó, P., 1982, p. 35.