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Torre del Castillo de Sant Iscle d'Empordà

Identificador
17191_01_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42.030000, 3.060000
Idioma
Autor
Ana Victoria Paul Martínez
Colaboradores
Sin información
Edificio (Relación)

Castillo de Sant Iscle d’Empordà

Localidad
Sant Iscle
Municipio
Serra de Darro
Provincia
Girona
Comunidad
Cataluña
País
España
Ubicación

Castell de Sant Iscle d 'Empordà

Descripción

SERRA DE DARÓ

 

El municipio de Serra de Daró, con una extensión de 8 km², se localiza en los llanos del Empordà y se extiende por la llanura aluvial a la derecha del Ter, que es su límite septentrional; el río Daró, que da nombre al municipio, atraviesa el sector meridional del término. Además del pueblo de Serra de Daró, se incluyen en el término municipal  el pueblo de Sant Iscle d’Empordà, el vecindario de Cunyà y el antiguo lugar de Matella, con población diseminada.

 

La carretera local GI-643 atraviesa el territorio y enlaza con la C-66, que va de Girona a la Bisbal, a la altura del término vecino de la Pera. Una trama de caminos vecinales enlaza las demás poblaciones del municipio. La noticia escrita más antigua sobre el lugar la encontramos en una bula del papa Benedicto VIII del año 1017, donde son confirmadas a la abadía de Sant Esteve de Banyoles unas propiedades situadas en Serra et infra ejus plazo.

 

Texto: MJV

 

 

Torre de Sant Iscle d’Empordà

 

Por su emplazamiento, en la cima de un ligero montículo, la población de Sant Iscle d’Empordà es claramente distinguible desde la distancia. La llamada Torre de Sant Iscle, resto del antiguo castillo del lugar, se erige en el sector suroeste del núcleo urbano, en el ángulo septentrional de una explanada con varias antiguas dependencias campesinas.

 

El castillo de Sant Iscle está documentada por primera vez en abril del 1271, en un convenio entre el obispado gerundense y el conde Hug V de Empúries, que debía compensar los daños causados en la forcia et ecclesia intitulata sancto Acisclo. La Forsiam Sti. Aciscli vuelve a ser mencionada cuatro años más tarde, cuando el caballero Guillem de Pals rinde homenaje al obispo de Girona por sus posesiones en la parroquia de Santa Coloma (de Matella), próxima a la fortaleza. Esta consta como posesión del condado de Empúries en 1313, ya que forma parte de los bienes ofrecidos por el futuro conde Ponç Hug VI Malgaulí a su esposa Elisabet, hija natural del rey Federico de Sicilia. Tras pasar luego a manos de la Corona, en el siglo xv fue propiedad de la poderosa familia Margarit, y luego en 1462 consta que lo tenía Bernat V Senesterra, vasallo de la mitra gerundense.

 

En la actualidad, la torre de Sant Iscle se halla en buen estado de conservación, y está exenta de elementos constructivos adosados. Coronada con un elemento metálico sobre una cúpula, presenta una planta circular y un alzado de unos 13 m de altura. Los muros, que miden 1 m de grosor en la parte baja, están formados por sillares de buen tamaño perfectamente escuadrados; el diámetro interior es de 2’80 m aproximadamente.

 

Presenta una abertura de entrada arquitrabada, culminada por un dintel y situada a unos 2’10 m del actual nivel del suelo exterior, orientada al Norte. En su intradós todavía restan los orificios que debían sustentar una puerta de madera, y los encajes para la barra que la sellaba. Contorneándola, despuntan una serie de piedras escuadradas colocadas frontalmente, aparentemente en función de ménsulas de sustentación de la muralla. Bajo esta abertura hay tres aspilleras, una de ellas junto a la entrada y las otras dos flanqueándola. El interior de la torre está completamente vacío, pero a una altura de unos 10 m, alrededor del muro aparecen una serie de siete cantos, dispuestos a modo de canecillos, que debían sustentar un suelo de madera. A la vista de los vestigios, la muralla podría haber tenido unos 80 cm de grosor. La estructura suele fecharse en el siglo xiii.

 

Además de la torre, del antiguo castillo fronterizo quedan, en la parte suroeste del pueblo, algunos restos lo que podía ser la base de otro elemento vertical (una torre ataludada, también construida con piedras angulares dispuestas de forma regular), así como un único fragmento de muralla –actualmente muy consolidado por actuar como muro de contención– en la parte trasera e inferior del ábside de la iglesia. De todos modos, estos dos elementos parecen corresponder a una época posterior.

 

Texto y fotos: Ana Victoria Paul Martínez

 

 

Bibliografía

 

Castells Catalans, Els, 1969-1977, II, pp. 761-766; Catalunya Romànica, 1989, VIII, pp. 312-317.