Pasar al contenido principal
x

Pila bautismal hallada en el cementerio

Identificador
09348_04_001
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 58' 42.41'' , - 3º 31' 4.68''
Idioma
Autor
José Luis Alonso Ortega,Pedro Luis Huerta Huerta
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Miguel

Localidad
Quintanilla del Coco
Municipio
Quintanilla del Coco
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA ACTUAL IGLESIA PARROQUIAL de San Miguel -obra básicamente de trazas y formas góticas de finales del siglo XV-, se levanta sobre los cimientos de otra anterior, aprovechándose parte de los materiales procedentes del antiguo templo de San Andrés. El edificio actual tiene tres naves, capilla mayor de testero recto y torre a los pies. Los restos de la vieja iglesia de San Andrés se conservan en la parte norte de la cabecera y en nave de la epístola. En el primer caso se trata de una simple cornisa de billetes mientras que en el muro sur de la nave encontramos la cornisa con los respectivos canecillos y dos portadas románicas incrustadas en el muro, ambas reutilizadas. Una de ellas está tapiada mientras que a otra sirve actualmente de acceso al templo. Ésta consta de un guardapolvo de nacela y dos arquivoltas de medio punto decoradas con bocel, moldura ésta que también adorna las jambas. Luego de lo que hemos descrito se puede concluir que los restos románicos son poco significativos, que están desperdigados y que escultóricamente apenas tiene significación. Suponemos que ambas portadas formaron parte de sendos templos románicos, no sabemos qué planta tenía la iglesia precedente pero sí sabemos que parte de sus muros eran de piedra sillería de aparejo isódomo por los restos que se reutilizan. Entendemos que estos vestigios románicos se deben atribuir a la cercana iglesia del despoblado medieval de Coco (San Andrés) y a la primitiva de Quintanilla del Coco. En el templo parroquial actual se conservan dos pilas bautismales románicas: una del propio templo y otra desenterrada hace algunos años en el cementerio. La primera (99 cm de diámetro x 86 cm de altura) decora su copa con una gruesa cenefa de zarcillos con frutos y hojas, además de los habituales gallones. La peana presenta garras en los ángulos y dos tallos entrelazados que encierran cuatripétalas. La otra, que sirve actualmente de soporte a la mesa de altar, es gallonada y se remata con un entrelazo que alberga cuatripétalas con el centro perforado a trépano.