El templo parroquial ubicado en el centro de la pequeña localidad data de finales del siglo XII, pudiendo ser, según García Guinea, la Iglesia del Monasterio de San Pelayo fundado en 1186.
La estructura románica original constaba de una nave rectangular con dos tramos, ábside semicircular precedido de un presbiterio rectangular y dos capillas laterales, siendo ampliada con tres naves en los primeros años del siglo XIII, sin embargo, su aspecto actual es el resultado de las reformas que acontecieron en los siglos XV Y XVII.
Actualmente el templo consta de tres naves separadas por grandes pilares que sustentan bóvedas de crucería góticas, mientras que la cabecera se cubre con bóvedas estrelladas de terceletes y combados. El ábside románico se articula al interior mediante una arquería ciega trilobulada de cinco arquillos que se apoyan sobre columnas gemelas y dobles cestas vegetales, muy peculiar en el tardorrománico palentino (Vallespinoso de Aguilar, Zorita del Páramo o Villanueva del Río)
En el lado sur se sitúa el elemento más destacado de todo el edificio, la portada románica. Está formada por un arco de medio punto rematado por una chambrana decorada con elementos vegetales entre los que se haya un dragón. En la arquivolta aparecen representadas distintas escenas: la lucha de villanos a escudo y blasón acompañados por un personaje femenino que se lacera el rostro, un rabelista, un músico, un oso, tañedores de salterio, un personaje leyendo, una pareja abrazada, una bailarina contorsionista similar a la de Moarves de Ojeda, hojas de acanto y, un clérigo escribiendo sobre pergamino acompañado de un ángel que sostiene un tintero. La arquivolta a su vez, se apoya sobre capiteles decorados con hojas de acantos, un combate de un guerrero a caballo contra dragones afrontados, o la escena bíblica de la Huida a Egipto.
Los modelos escultóricos de esta portada se vinculan con los capiteles de la iglesia del monasterio de Santa María la Real de Aguilar de Campoo, con la galería porticada de Rebolledo de la Torre (Burgos), la portada septentrional de Arenillas de San Pelayo y la iglesia de Santa María de Piasca (Cantabria). Estas relaciones nos permiten ubicar la ejecución de la portada en el último cuarto del siglo XII, propia de los talleres que se inspiraron en la portada de Santiago de Carrión de los Condes.
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