LA IGLESIA ESTÁ SITUADA en el centro del pueblo, muy cerca del ayuntamiento. El templo es una edificación de una sola nave, con una portada sencilla de arco de medio punto con frontón triangular partido por hornacina entre pilastras. Cuenta con una torre de desproporcionada altura en línea con el centro del muro norte, aunque sin ocupar todo el ancho del muro de poniente, lo que otorga una sensación de quedarse pequeña. En cuanto a su interior, la nave se encuentra sujeta por machones que forman capillas, y cuenta con una bóveda de arista en el cuerpo central y una cúpula de media naranja en la zona anterior al presbiterio hasta la altura de la cornisa. El frontal es de madera, con estuco grabado y dorado del siglo XVIII, obra de Francisco García Berdejos. En los años ochenta del pasado siglo veinte, se pavimentó la Capilla Mayor mediante la utilización de lastras irregulares, al igual que el presbiterio. Justo a los pies del altar mayor encontramos una pila bautismal de progenie tardorrománica. Con medidas muy similares de altura (83 centímetros) y diámetro (82), podemos distinguir dos partes netamente diferenciadas: por un lado, el vaso, claramente románico, y, por otro, el pedestal sobre el que se asienta, de fábrica posterior. La copa puede clasificarse dentro del amplio grupo que recorre la geografía conquense de pilas decoradas con gajos a modo de arquería. El artista intenta representar una arquería con tinua, pero malogra su intento, ya que a medida que los supuestos fustes van rodeando la pila van perdiendo rectitud, hasta formar una serie de gajos totalmente curvilíneos. Aún así, la obra, encabezada por una simple línea lisa incisa con apariencia de cordón, da lugar a los citados arcos de bordes muy abultados con sus consiguientes gajos o gallones de escaso relieve, estrechos y, por tanto, numerosos, recercados por banda plana. En cuanto a los arcos, si bien es cierto que mantienen un tamaño uniforme, en algunas partes de la circunferencia alteran su forma de manera sutil para adaptarse al contorno de la piedra. Por último, el pedestal, de época posterior, presenta una división con un pie cilíndrico y una base cuadrada, para dotar al conjunto de una mayor sujeción. Piezas similares las podemos encontrar por casi toda la geografía del románico en España, ya sea dentro de la misma provincia de Cuenca –en la pila bautismal de Casas de Pedro Izquierdo–, ya sea en la misma comunidad –destacando la de Loranca de Tajuña (Guadalajara)– o en provincias tan separadas geográficamente –como las halladas en Fuentearmegil (Soria) o en la iglesia de Santiago Apóstol de Belvis de Munray (Cáceres)–. Por tanto, estamos ante uno de los motivos más repetidos en la decoración de pilas bautismales, aunque la utilización de arcos de medio punto puede representar una variante de la evolución que sufre dicha decoración, además de la aportación de nuevos gustos de los repobladores venidos de la citada Molina de Aragón. En definitiva, aunque el motivo es muy representativo en casi todas las zonas del norte peninsular, la ubicada en Cañizares nos podría conducir hasta el siglo XIII.