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Pila bautismal

Identificador
40317_03_007
Tipo
Fecha
Cobertura
41º 21' 7.59" , -3º 50' 45.53"
Idioma
Autor
José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Ubaldo

Localidad
Hinojosas del Cerro
Municipio
Sepúlveda
Provincia
Segovia
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
LA IGLESIA PARROQUIAL, de curiosa advocación al santo italiano, obispo de Gubbio muerto en 1168 y canonizado en 1192, se ubica en la zona alta de la loma que apellida al lugar y sobre la que se instala el caserío, dominándolo desde el septentrión. Por el norte lo rodean antiguas eras, mientras que hacia el sudoeste se encuentran las ruinas de la antigua casa consistorial. Se trata de un humilde edificio de planta basilical y nave única, coronada por cabecera compuesta de presbiterio y ábside semicircular, completándose el conjunto con una ruda galería porticada que envuelve la fachada meridional, en la que se abre la portada. Como muchas de las de esta zona, se levantaron los muros en mampostería, reservándose la piedra sillar para el recercado de vanos. Forrando el hastial occidental se levantó, ya en el siglo XVIII, una espadaña de piso bajo de sillarejo -en el que se incluyeron tres piezas aboceladas que parecen proceder del pretil del atrio- y alto de sillar, con dos troneras de medio punto y remate apiñonado con adornos apiramidados. Buena parte de la cabecera fue parcialmente reconstruida en época moderna, quizás tras un desplome, lo que explica las ausencias de la tradicional ventana en el eje y del codillo entre el hemiciclo y el tramo presbiterial en la fachada norte, la igual altura de ambos ámbitos y el mismo aspecto de la mampostería. A tal intervención debe corresponder la actual cornisa de dos pisos de tejas y la cenefa de esgrafiados pintados con una ilegible inscripción y decoración de rosetas, así como las bóvedas del interior, de medio cañón en el tramo recto y horno en la capilla, sobre encaladas impostas de nacela, y el mismo el arco triunfal, de medio punto sobre pilastras con molduración dieciochesca. La reconstrucción mimética permitió aprovechar las cimentaciones originales, visibles a simple vista al exterior. La nave, por su parte, se cierra con una parhilera. La antes citada reforma quizás date de finales del siglo XVIII, a tenor de la inscripción que campea en el dintel de la ventana abierta en el muro meridional de la nave -AÑO DE 1783-, fecha en torno a la cual también se cerró la parte oriental del pórtico para hacer funciones de sacristía, habiéndose dejado constancia de la fecha de tal reforma en el dintel de su ventana: AÑO DE 1796. La extraña portada meridional manifiesta inequívocos síntomas de haber sido remontada. En su actual e insistimos anómalo aspecto, muestra arco de medio punto compuesto por irregulares y extraordinariamente largas dovelas, cuya rosca aparece decorada en el centro con rosetas y tetrapétalas en clípeos, salvo el salmer del lado izquierdo del espectador, donde dejan paso a una cenefa de tres filas de billetes. El mismo tipo de rosetas, aquí con zarcillos en los ángulos, y flores de cuatro pétalos decoran la chambrana, salvo un pieza con un reticulado romboidal y otra en la que vemos una desgastada y tosca figura de un personaje barbado. También con rosetas y zarcillos se orna la imposta sobre la que voltea el arco. Tampoco se libró de las reformas el sencillo pórtico que protege la fachada meridional, alzado sobre un pretil de aristas aboceladas y doble chaflán. Conserva su acceso, de arco de medio punto doblado y liso, sobre jambas escalonadas coronadas por imposta de listel y nacela. Hacia el oeste se abren dos arcos de medio punto hoy cegados, sobre un pilar cúbico con imposta nacelada, aunque es probable que continuase hasta el esquinal de la nave. Repite estructura hacia la cabecera, con otros dos arcos, ambos cegados y uno además solapado por la tapia del cementerio, no quedando ni rozas del tercero, que llevaría el pórtico hasta el codillo del presbiterio. En el cierre oriental, como ya referimos transformado en sacristía a finales del siglo XVIII, vemos un arco de medio punto aunque moderno aspecto, sin impostas, que debió funcionar como acceso lateral al pórtico. En esta fachada se observa además el moderno recrecimiento del atrio. En el interior, a los pies y bajo el coro de madera, se sitúa la pila bautismal románica, de copa troncocónica de 139 cm de diámetro por 69 cm de altura, sobre pie cilíndrico labrado en la misma pieza, de 24 cm de alto. Se orna con junquillo bajo la embocadura y toscos y gruesos gallones entre bastoncillos en el frente, alzándose sobre su grada original. También románica es la copa de la pila aguabenditera, aunque aquí probablemente nos encontramos con la reutilización de uno de los capiteles del primitivo arco triunfal, vaciado para adaptarlo a su nueva función. Mide la pieza unos 40 cm de alto por 50 cm de ancho y 46 cm de profundidad, decorándose con toscas hojas lisas lanceoladas algunas con nervio central hendido. El ábaco de la cesta fue retallado a bocel para la embocadura.