Identificador
33840_01_006
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
Sin información
Idioma
Autor
Maximino Pando Macías
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)
País
España
Edificio (Relación)
Localidad
Gúa
Municipio
Somiedo
Provincia
Asturias
Comunidad
Principado de Asturias
País
España
Descripción
EL MONASTERIO DE SANTA MARÍA DE GÚA estaba formado por una comunidad de monjas que seguía la regla cisterciense, que también fue adoptada en Asturias por otros tres cenobios masculinos. La tradición oral afirmaba que la comunidad de monjas establecida en Gúa procedía de otro monasterio leonés, fundado por Alfonso VII (1104-1157), que estaba emplazado en Santibáñez o en Babia, aunque no existen documentos que respalden estas afirmaciones. En efecto, resulta difícil reconstruir este y otros aspectos de la historia de este monasterio, pues su archivo desapareció durante dos incendios que tuvieron lugar en 1270 y en 1306. A pesar de la pérdida de los documentos en los que constaban los derechos y las propiedades de Gúa, la abadesa y la comunidad lograron que en 1270 Alfonso X el Sabio restableciese y confirmase los títulos de este monasterio mediante otro privilegio que se conserva actualmente. Precisamente en este último se dice que Fernando II (1157-1188) estableció en Gúa este monasterio, al que dotó de un coto jurisdiccional. El mencionado privilegio de Alfonso X fue ratificado por Sancho IV el Bravo en 1286, Fernando IV en 1306 y por Alfonso XI en 1316. En la Real Academia de la Historia se conserva un manuscrito de la Colección Jovellanos donde se trascriben varias de las confirmaciones del privilegio de Alfonso X y otros documentos, aunque estos últimos son tardíos y pocas veces se refieren específicamente al monasterio de Gúa. También aporta datos sobre este cenobio el Libro Becerro de la catedral de Oviedo, redactado entre 1385 y 1386, en el que se menciona que las monjas de Gúa seguían la regla cisterciense, que quizás adoptaron poco después de la dotación de Fernando II. En 1553 tuvo lugar el traslado del monasterio de Santa María de Gúa desde Somiedo a Avilés, impulsado por la congregación de Castilla, a la que pertenecía este cenobio. El único vestigio de este establecimiento monástico es el actual templo parroquial de Gúa, que consta de una nave, en origen de mayor longitud, que remata en una cabecera que seguía el planteamiento benedictino de ábside semicircular precedido de un tramo recto. Este edificio sufrió una reforma en 1669 de la que da cuenta una inscripción que se encuentra en el interior y en la que se lee: ESTA OBRA DE IGLESIA SE HIZO EN 1669. Durante la mencionada reforma se redujo la longitud de la nave, para lo que fue necesario eliminar la fachada anterior y construir la que podemos ver actualmente. Además, en esta última fue abierta una portada de amplio despiece y al muro meridional del templo fueron adosadas una sacristía y una capilla rectangular. El ábside cuenta con una ventana, perforada en época moderna, y una cornisa desornamentada que reposa en numerosos canecillos carentes de decoración. En el interior, la nave se cubre mediante techumbre de madera a dos aguas y en el muro derecho aparece un arco de medio punto barroco, que da acceso a la capilla rectangular añadida en la reforma de 1669. Durante esta última también fue construido el actual arco triunfal que precede a la cabecera románica, que se cubre con bóveda de cañón en el tramo recto y de cuarto de esfera en el hemiciclo. Resulta muy difícil establecer conclusiones sobre la cronología de Santa María de Gúa ya que este templo perdió gran parte de su fábrica románica. No obstante, la ausencia de relieve integrado en los canecillos responde a la sobriedad, que era uno de los preceptos de la orden cisterciense a la que pertenecía el monasterio de Gúa. La sobriedad es también una característica que Gúa comparte con otras iglesias de abadías bernardas (por ejemplo, Santa María de Villanueva de Oscos) y de monasterios benedictinos de estética cisterciense, como Santa María de Obona y San Antolín de Bedón, aunque la fábrica de Gúa es mucho más modesta que la de todos estos cenobios. Sin embargo, esto último no impide afirmar que el templo del monasterio de Gúa fuera construido entre finales del siglo XII y mediados del siglo XIII, cuando se levantaron la mayoría de los mencionados cenobios. El estado del templo del antiguo monasterio de Gúa es lamentable. El ábside corre el riesgo de derrumbarse, ya que tiene tres grandes grietas, y la cubierta de la nave amenaza con desplomarse en cualquier momento, al igual que la bóveda de la capilla lateral. Por todo esto la intervención debería ser inmediata en este edificio de importante valor histórico, ya que fue el templo de la única comunidad religiosa femenina en Asturias que perteneció a la orden del Císter en la Edad Media.