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Interior de la cabecera

Identificador
09462_02_008
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
41º 34' 58.79'' , -3º 47' 47.68''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Iglesia de San Juan Bautista

Localidad
Hontangas
Municipio
Hontangas
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
ES UNA IGLESIA DE CABECERA cuadrada y tres naves, con espadaña a los pies, en cuya edificación se ha empleado la mampostería, el sillar y el sillarejo. La mayor parte es resultado de la profunda renovación llevada a cabo con posterioridad a la Edad Media, aunque de época románica se conserva la cabecera, una estructura que exteriormente muestra unos sencillos muros de mampostería revocada y esquinales de sillería, con cubierta a dos aguas y una pequeña saetera abierta en el testero. Al norte y sur los paramentos se coronan con cornisas achaflanadas bajo las que se conserva un único canecillo, situado en el lado meridional y decorado con un tosco saltimbanqui que muestra su cabeza entre las piernas. Esta particularidad de que sólo se conserve un can hace pensar en que todo el alero fue remodelado, quizá en el momento en que se acomete la renovación barroca, que supuso también una intervención en el interior de esta misma cabecera, como tendremos ocasión de comprobar. En el testero de la nave central actual se llega a apreciar igualmente el arranque de la primitiva nave románica, que debía ser única y más alta que la cabecera, dotada de cornisa achaflanada soportada por canecillos de proa de nave, aunque también es un único ejemplar el que hoy puede verse, situado en el lado norte. En el resto de la fábrica se pueden llegar a observar algunas piezas anteriores, como el tambor de columna que hay empotrado en la fachada sur. En el interior la iglesia muestra una estampa barroca, con las naves cubiertas por madera y la capilla mayor luciendo su bóveda de cañón apuntado recubierta por yeserías barrocas y dispuesta sobre impostas de listel y chaflán. Sin embargo es en los muros laterales de la cabecera donde mejor se manifiestan los restos supervivientes del templo románico, pues aparecen recorridos por tres arquillos de medio punto cuyas dovelas decoradas con gruesos boceles en las aristas descansan en semicolumnas coronadas por capiteles. Desgraciadamente, a pesar de que estas estructuras se han descubierto recientemente bajo los yesos barrocos, el paso del tiempo ha dejado un marcado deterioro, que afecta especialmente a los soportes y a la mayoría de los capiteles. Así, las basas, dispuestas sobre un plinto que arranca de la cota del pavimento, han desaparecido en su mayor parte, al igual que los fustes y buena parte de los capiteles, de los que sólo se han conservado cuatro, situados en los respectivos extremos. La primera cesta del muro sur, junto al retablo, muestra una cabeza monstruosa, de apariencia animal, con amplios mofletes, vomitando dos apéndices que enmarcan el rostro a modo de barba y rematan en círculos sobre la frente. El otro de este mismo muro representa una cabeza monstruosa, cuyo perfil coincide con la arista y de cuya boca salen dos roleos vegetales que se distribuyen en los laterales. Por lo que respecta al paramento norte, el capitel inmediato al retablo es de imposible lectura por el estado de deterioro, los otros dos son modernos y el último representa a dos toscas aves confrontadas, cuyos picos se dirigen hacia el ángulo inferior de la cesta y de cuyas colas parece salir una compartida cabecita humana. En el altar mayor el retablo apoya sobre un banco de obra, en el cual y bajo el sagrario se han reutilizado tres fragmentos de cimacio que proceden de la arruinada ermita de San Mamés y a los que se hará alusión al describirla. La pila bautismal, también románica, es de piedra caliza. Está a los pies de la nave del evangelio, mide 128 cm de diámetro por 74 de altura y 13 de embocadura. Se apoya sobre un ancha basa lisa y exteriormente muestra una cenefa lisa bajo la que se disponen doce gallones, muy desarrollados, entre los que aparecen distintas cabecitas, algunas humanas y otras de toros.