EL TEMPLO PARROQUIAL de San Martín está edificado en buena sillería granítica, con gran cabecera cuadrada, nave única, espadaña sobre el hastial y cuerpo adosado al norte que comprende la sacristía, pequeño pórtico y trastero. Posee dos portadas, una al norte, románica, y otra al sur, cuya construcción se fecha por una inscripción en el año 1894. Casi la totalidad de la obra es posmedieval, aunque la nave, articulada en tres tramos, tiene los dos arcos diafragma que sostienen la cubierta formados por un desarrollo de medio punto, doblados, descansando en pilastras con impostas de listel y chaflán. En apariencia parecen seguir un esquema que ya conocemos en época románica, aunque si nos atenemos al amplio tamaño que poseen y al hecho de que los muros sí han sido evidentemente renovados en siglos muy posteriores, nos inclinamos a considerarlos también como posmedievales, aunque participando de unas trazas arcaizantes que son frecuentes en las iglesias de toda la comarca sayaguesa. Menos dudas para su consideración como obra románica ofrece la parte inferior del muro norte de la nave, de peor aparejo que el resto, aunque seguramente sólo corresponda a ese momento el paramento exterior, que se nos muestra encalado. Parte de él se encuentra dentro del trastero, pero lo más significativo se halla bajo el pórtico, donde se ubica el pequeño lienzo donde se abre la portada original, a ras de muro, de pequeño tamaño, con arco de medio punto doblado, macizo, pesado, con la rosca interior de arista viva y la exterior con amplio chaflán; las pilastras en que apoyan son simples, las interiores con un pequeño podium apenas destacado. Sobre el arco subsisten cuatro canes de listel y chaflán que debieron sostener un tejaroz, lo que puede dar pie para pensar que originalmente esta estructura estaba en un cuerpo avanzado sobre el muro. En la actualidad la portada aparece reducida en su luz, albergando en su interior otra más pequeña, adintelada. En cuanto a su cronología poco se puede decir, al margen de su inclusión en época románica, aunque dada la extrema sencillez del conjunto, creemos que puede fecharse en momentos muy avanzados, posiblemente en torno a 1200, unas fechas éstas -e incluso posteriores- en la que parecen datarse la práctica totalidad de los restos románicos que subsisten en Sayago y cuyo modelo, extremadamente humilde, encontraremos también en iglesias de pequeñas poblaciones de toda la mitad occidental de la provincia, como en Fresno de la Carballeda, Bretocino o Márquiz de Alba, en las alistanas de Mellanes o de Las Torres de Aliste, o en las también sayaguesas de Pasariegos, Cozcurrita o Malillos.