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Interior

Identificador
09559_04_003
Tipo
Formato
Fecha
Cobertura
42º 49' 3.70'' , -3º 29' 36.70''
Idioma
Autor
Jaime Nuño González,José Manuel Rodríguez Montañés
Colaboradores
Sin información
Edificio Procedencia (Fuente)

 

País
España
Edificio (Relación)

Ermita de Nuestra Señora de las Heras

Localidad
Hoz de Valdivielso
Municipio
Merindad de Valdivielso
Provincia
Burgos
Comunidad
Castilla y León
País
España
Descripción
AUNOS 300 M AL NORTE del caserío de Hoz, junto al arroyo que baja de Tartalés y un antiguo molino que aprovechaba su corriente, se sitúan las ruinas de la ermita de Nuestra Señora de las Heras, antiguamente denominada de la Hoz y desde 1726 con el nombre actual. Fue sede de una cofradía al menos desde 1660 y hasta 1894. En el Libro de Fábrica de la parroquial encontramos un apunte de 1674 en el que se refiere que en dicho año se pusieron unos cabrios y se repasó la ermita. Cuatro años después se da noticia de la construcción de un paredón. El maltrecho edificio conserva la caja de muros de la nave y el ábside que la corona, hallándose la primera sin cubierta e invadida por la vegetación. Todo hace suponer que su actual aspecto es fruto de al menos tres intervenciones sucesivas, pudiéndose considerar la más antigua la que levantó la diminuta cabecera. Levantada en sillería de toba se compone ésta de ábside semicircular cubierto con bóveda de horno de impecable despiece, prolongada en cañón sobre imposta de listel y chaflán. Coronan los muros del hemiciclo simplísimos canes de bisel con tablero, labrados a hacha. La nave, desproporcionada respecto al pequeño ábside, se levantó en mampostería con refuerzo de sillares en los esquinales. Debe ser obra ya gótica con una importante reforma en el siglo XVII como parece apuntar la talla a trinchante de tales piezas, aunque reutiliza la hilera de canes en los muros norte y sur, de simple nacela la mayoría, otros con tablero, rollos, bocel y rectos. Algunos de ellos han sido recientemente expoliados, como el decorado con una “cabeza de vaca sacando la lengua” (Huidobro), lo que ha contribuido a acrecentar la ruina del muro meridional. De los dos tramos de modernas bóvedas de ladrillos que cubrían la nave hoy restan los arranques y las rozas en el muro. En el occidental de la fachada sur se abre la moderna portada de arco de medio punto liso. Ya Huidobro consideraba la duplicidad de campañas medievales, afirmando que la cabecera “puede alcanzar el siglo XI” y la nave “debió hacerse hacia el siglo XIII”. De la misma opinión es Serrano, aunque Pérez Carmona la incluye en el grupo de finales del siglo XII. Ciertamente, el pequeño ábside posee un aire primitivo al que no es ajena su extrema simplicidad, no siendo descabellado considerarlo obra de principios del siglo XII; sin embargo, canes con perfil de tablero como los que coronan su cornisa los encontramos en la vecina iglesia de Tartalés de los Montes, ésta sin duda obra de la segunda mitad del siglo.