Ermita de Sant Eudald de Jou

La iglesia de Sant Eudald de Jou se encuentra cerca del vecindario dels Vilars (por lo que también se conoce como Sant Eudald dels Vilars), en el sector meridional del municipio de Montagut i Oix. Se accede desde la carretera comarcal GIV-5221, en dirección Norte. Antes de llegar al km 7, debe tomarse una pista a mano izquierda, que, tras unos 2 km de recorrido, permite llegar al templo.

El lugar de Jou (Jovo) se documenta en el testamento de la condesa Ava de Besalú-Cerdanya (961), y luego en un precepto de Lotario del año 982 otorgado a Santa Maria de Ripoll, en el que se menciona el lugar entre las posesiones monásticas. La iglesia de figura en las Rationes Decimarum del obispado de Girona (1279-1280), en la que se cita como “ecclesia de Iugo”. Más tarde, en 1386, aparece mencionada en una bula papal de Clemente VII por la que se conceden indulgencias a los fieles que fueran a Sancti Eudaldi en las fechas señaladas de 11 de mayo como fiesta del santo y 3 de octubre como día de la dedicación de la iglesia.

Sant Eudald es un templo de nave única, con cabecera de ábside semicircular, que ha sufrido importantes modificaciones a lo largo de los años, por lo que las líneas primitivas de esta edificación han quedado desdibujadas prácticamente por completo. En el interior, el ábside va precedido por un arco triunfal y el hemiciclo, cubierto con bóveda de cuarto de esfera, está cerrado mediante un muro y desempeña funciones de sacristía. Los muros de la nave están cubiertos con enlucido, sobre el que hay unas pinturas de datación incierta, aunque muy posteriores a la fase románica. Por su parte, la cubierta de la nave, con bóveda de medio punto ligeramente apuntada y algo rebajada, no es original, sino que hay que situarla durante el gran proceso de reforma que se llevó a cabo durante el siglo xvii.  También entonces se añadieron al edificio dos pórticos, uno en la fachada oeste, que enmarca el acceso actual, y otro en la fachada lateral sur. A su vez, la estructura se sobrealzó, añadiéndose una planta superior al templo.

La que pudo ser parte de la fachada occidental primitiva queda parcialmente visible por encima del pórtico, y en ella se intuye una espadaña incrustada en el muro que podría haber pertenecido al templo románico. Por encima de ella hay una espadaña de fábrica moderna, de dos vanos. La portada original, a occidente, ha desaparecido y en su lugar se abre una puerta sencilla sin dintel. Desde el interior del edificio se reconocen tres ventanas en la fachada sur, con derrame al interior, así como otra en ábside, orientada al Sur, cegada parcialmente. Es difícil, no obstante, determinar si son o no originales. Lo que sí que ha pervivido del templo primitivo es la parte baja del muro, con un paramento que se conforma a partir de sillares simplemente desbastados, dispuestos en hiladas a soga y tizón y ligados con argamasa, características que permiten fechar la construcción primitiva en el siglo xii.

Texto y fotos: Marcos Ojosnegros Marín

Bibliografía

Catalunya Románica, 1984-1991, XIV, pp. 262-263; Sala i Canadell, R. y Puigdevall i Diumé, N., 1977, pp. 68-69; Monsalvatje y Fossas, F., 1899-1919, XI, XII, XIII, XV; Rius i Serra, J., 1946, pp. 77, 90; Murlà i Giralt, J., 1983, p. 62; Borrell i Sabater, M., 2007.