EN EL EXTREMO OCCIDENTALdel pueblo se encuentra la iglesia de San Esteban, una construcción de origen románico muy transformada en los siglos posteriores. Consta de una sola nave cubierta con artesonado de madera, capilla mayor de testero recto con bóveda de cañón y dos capillas laterales a modo de crucero, también abovedadas. En el interior todos los arcos son de medio punto y las impostas de bisel salvó las del arco triunfal que se decoran con piñas y motivos vegetales muy esquemáticos. En el lado norte se levanta la sacristía y a los pies una espadaña de dos troneras rematada a piñón a la que se accede por una escalera de caracol alojada en un husillo adosado al muro sur de la nave. El acceso se realizaba en origen a través de dos portadas, una en el muro norte y la principal en el sur que constituye el elemento románico más importante del templo. La portada septentrional, visible únicamente desde la sacristía, está formada por un arco ligeramente apuntado y doblado que se proyecta en todo el grosor del muro dando lugar a un profundo vano. Por su parte, la portada meridional, construida en pizarra, adquiere un mayor desarrollo por ser la principal. Se abre en un cuerpo ligeramente adelantado respecto a la línea general del muro, protegido por un porche más moderno. Presenta un arco de ingreso de medio punto con dos baquetones en el intradós y tres arquivoltas decoradas con variados motivos florales, mascarones, boceles entre media caña y dientes de sierra. Cierra el conjunto un guardapolvo muy deteriorado ornado con elementos fitomórficos. Las jamabas son lisas, salvo la interior que muestra baquetones entre medias cañas como en la portada de Santa Colomba de la Vega. Las impostas se decoran con retículas estrelladas, palmetas de nervio central trabajado con trepano, cuatrifolias dentro de círc ul os perlados, hexapétalas inscritas en aros tangentes y tallos ondulantes con hojas. Algunas piezas reutilizadas en la cornisa de la Capilla Mayor presentan motivos similare s. Para Gómez-Moreno la iglesia de Carracedelo era un “edificio románico muy completo”, opinión que fue luego rebatida por M.ª Concepción Cosmen que halló en los Libros de Fábrica constancia de las reformas y ampliaciones efectuadas durante el siglo XVIII, trabajos que afectaron de modo especial a la cabecera, a las capillas laterales y a la sacristía. Para la misma autora sólo las portadas y parte de la caja de muros pertenecerían al primitivo templo románico que sería levantado a principios del siglo XIII. La propia estructura de la portada así como los aspectos decorativos analizados en la misma apuntan hacia formas desarrolladas en un momento bastante avanzado del estilo, que en este caso pudieron inspirarse en los repertorios ornamentales desplegados en el vecino monasterio de Carracedo.